EEUU y China coincidieron ayer en que la tensión en la península coreana ha alcanzado un nivel «bastante peligroso» y se comprometieron a hacer «todo lo posible» para evitar un conflicto, afirmó el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, en Pekín.

«Coincidimos en que la tensión es ahora bastante alta y de que las cosas han alcanzado un nivel bastante peligroso», afirmó Tillerson en rueda de prensa tras reunirse con el ministro chino de Exteriores, Wang Yi. «Nos hemos comprometido a hacer todo lo posible para prevenir el estallido de cualquier conflicto», añadió.

La visita de Tillerson a China, la primera de un miembro del Gobierno del presidente Donald Trump, es la última etapa de su gira por Asia.

En sus escalas en Tokio y Seúl, advirtió de que la diplomacia paciente de la era Obama se ha terminado a la hora de lidiar con el programa nuclear norcoreano y que todas las «opciones», incluida la militar, están sobre la mesa. Ayer se limitó a señalar que trabajarán con Pekín para ver cómo forzar a Pyongyang a abandonar su plan atómico.

Wang insistió en que el conflicto en la península coreana debe solucionarse a través del diálogo. Pidió a EEUU que actúe con «cabeza fría» y apostó por implementar «estrictamente» las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, que no sólo implican sanciones contra Pyongyang, sino la vuelta a la mesa de negociaciones para lograr la paz.

Según Wang, en la reunión hablaron también de sus mayores diferencias: la soberanía china de Taiwán, las disputas en el mar de China Meridional o el escudo de misiles THAAD en Corea del Sur.