Greenpeace llevó a cabo ayer una protesta contra algunas de las empresas del Estado español que más contaminación generan. Varios activistas del grupo ecologista denunciaron con globos negros la contaminación en las sedes de Iberdrola en Bilbo, Endesa en Madrid y Gas Natural en Barcelona.

En el caso de la acción de la capital vizcaina, hacia las 08.30 dos personas se encaramaron a la fachada y se colgaron con arneses a unos ocho metros de altura.

Según informó Greenpeace, la policía aplicó la ley mordaza a los 28 activistas de Madrid y se enfrentan a multas de entre 600 y 30.000 euros. Ni la Ertzaintza ni los Mossos d`Esquadra tomaron tal medida.

Araba sin Garoña

Por otro lado, Araba sin Garoña instó ayer a Kutxabank que, como accionista, defienda en la junta general de Iberdrola de hoy un pronunciamiento contrario a la reapertura de la central nuclear y renuncia a su solicitud de puesta en funcionamiento.