U na de las imágenes más impactantes, graciosas y entrañables que nos dejó la pasada 73ª edición del Festival de Cine Venecia fue la de Sam Mendes (quien se encontraba ahí ejerciendo de Presidente del Jurado de la Sección Oficial) saliendo de la sala de RV (Realidad Virtual) con una cara de mareo y agotamiento que pasaría a la posteridad. El caso es que la organización de la Mostra anunció a bombo y platillo que aquel año presentaría, en primicia mundial, un avance de cuarenta minutos de “Jesus VR - The Story of Christ”, primera película de la historia rodada íntegramente con la tecnología de realidad virtual, la cual permite al espectador contemplar el resultado final con la posibilidad de alternar, a voluntad, el ángulo de visión.

La libertad en el punto de vista se mide en grados y se pone el tope en el máximo conocido, es decir, en 360. Esto, como ya se ha dicho, dejó agotado al pobre Sam Mendes, pero por lo visto, muchos otros se quedaron con ganas de más. Tanto que desde Venecia nos ha llegado la confirmación de que su festival va a contar, a partir de este año, con una sección exclusivamente dedicada a esta nueva forma de entender y mostrar el cine. Solo el tiempo podrá determinar si dicha decisión responde a una moda o a la convicción de que el cine del futuro será de visión esférica. De momento, y por si acaso, tengan a mano la biodramina: lo de Sam Mendes, por desgracia, no fue un caso aislado.