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Temer gana tiempo en el proceso que puede destituirle

El presidente brasileño, Michel Temer, ganó tiempo ayer en el proceso que podría terminar con su destitución y su Presidencia por ilegalidades en la campaña electoral de 2014, después de que la Corte Electoral diera más plazo a la defensa y citara a nuevos testigos. Sin fecha para ser reiniciado, este proceso empezó según lo esperado: plagado de obstáculos y recursos para dilatarlo.

La noticia de la postergación de una eventual sentencia, que podía haberse hecho efectiva mañana, era muy esperada.

«El tribunal aceptó los testimonios requeridos por la defensa (...) y el plazo de cinco días para los alegatos finales después de los testimonios», dijo el presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Gilmar Mendes.

Temer responde por una denuncia de abusos económicos y políticos perpetrados por la fórmula en la que acompañó como vicepresidente a Dilma Rousseff, destituida el año pasado tras un juicio político impulsado por el partido de Temer, el derechista PMDB.

Con el Congreso a favor, Temer aspira a que el proceso se acerque lo más posible a las elecciones de octubre de 2018 y pierda sentido político.