Corea del Norte lanzó ayer un nuevo misil de medio alcance horas antes de la reunión que van a celebrar hoy los presidentes de EEUU, Donald Trump, y China, Xi Jinping, centrada en los peligrosos avances del programa armamentístico de Pyongyang. Xi inicia hoy un viaje a EEUU para mantener su primer encuentro en Mar-a-Lago con su homólogo estadounidense, una reunión compleja en la que Corea del Norte será un asunto central.

Pyongyang disparó un misil balístico de medio alcance desde Sinpo, en su costa oriental, que recorrió unos 60 kilómetros en dirección al Mar del Este (Mar de Japón). La de ayer es la cuarta prueba balística que Corea del Norte realiza en lo que va de año y tras la llegada de Trump a la Presidencia.

China volvió a pedir prudencia a las partes y descartó que la acción guarde relación directa con el primer encuentro entre Xi y Trump.

Previsiblemente, Trump insistirá en que su paciencia se ha agotado y que empezará a actuar unilateralmente si China no aplica con mayor dureza sanciones y resoluciones de la ONU y no aprovecha la dependencia económica que Pyongyang tiene de Pekín para ahogar al régimen de Kim y su programa nuclear y de misiles.

El secretario de Estado, Rex Tillerson, insistió ayer en el hartazgo de Washington: «EEUU ya ha hablado suficiente sobre Corea del Norte. No tenemos nada más que añadir». En su visita a Seúl en marzo ya advirtió de que EEUU va a dejar atrás la llamada «paciencia estratégica» de la era Obama y que baraja otras vías. De momento, planea endurecer las sanciones financieras.