Barrengo muinoa, la cima desconocidaUrdinolako erreka, la verde azulada

Barrengo muinoa es una desconocida elevación montañosa (no está en el catálogo de montes de EH). Situada en el interior del Urumea, aunque muy cercana a la divisoria de aguas del Urumea y el Oria (donde se sitúan las catalogadas de Mandoegi y Urepel), Barrengo muinoa es, en realidad, un interesante apéndice de Urepel.

Urdinolako erreka es la unión de los cursos de agua que, desde los citados montes, descienden por el valle hasta su desembocadura en el Urumea, muy cerca del mismo pueblo de Goizueta. Pese a su cercanía, esta erreka limita este municipio y el lejano y ajeno Leitza. Un valle, de casi 8km2, con historias curiosas y que, como su vecino Mandoegi erreka, refleja una manera de entender el trabajo en la montaña y en la erreka. Un valle que alberga bosques de fábula y por los que se internan exigentes senderos, tan desconocidos como bellos por los que transitaremos.

Partiendo del ayuntamiento en dirección a su célebre puente, en su margen izda., giramos a izda y optamos por la pista pavimentada con marcas txuriurdin que de manera evidente, asciende decididamente. Con el sonido de fondo, proveniente de la erreka del fondo, avanzamos hasta despedirla en la curva, ganando altura por el mismo firme. Dejando alguna construcción a la izda, seguimos al frente, hasta llegar a Maingene, en curva cerrada a la izda. Saliéndonos por su tangente seguimos recto, hasta encontrar una valla roja que sobrepasamos para llegar a una vaguada, donde descendemos paralelos a la erreka hasta encontrar la borda de Bordaberri. Allí giramos a la derecha. Estamos en Urdinolako bidea, que por la ladera culebrea, imitando las curvas de nivel. Una nueva pero vieja borda espera por la derecha nuestro paso, en trayecto recto y donde aparecerá al fondo a la derecha el vigilante y desafiante Mandoegi.

La llegada a una pista de rango superior donde giraremos a la izda, nos permitirá alcanzar un cruce bifurcación en curva, y punto de referencia para el tramo de bajada al final de este Ibiliz. Ahora tomaremos por la derecha, pisando las marcas txuriurdin, que traza varias curvas, y que llega a una pista donde ahora la cima de Urepel a la izda comparte protagonismo con la de Mandoegi como telón de fondo.

Hacia un lugar mágico

Por la izda. en tres ocasiones tomaremos desvíos, siempre tras las coloridas marcas (el tercer desvío rodea a una nueva borda y nos sitúa tras ella). Más tarde debemos tomar una dirección ascendente, hasta encontrar una nueva pista de tierra superior, donde giraremos a la izda, para mantener así el rumbo y en el posterior cruce por la derecha, hasta encontrar una pista que corre paralela a otra, tomaremos la inferior.

Diversas construcciones nos aparecen por la izda mientras mantenemos este vector director. Poco a poco, este camino herboso pasará a ser bello sendero estrecho con alguna valla que debemos sobrepasar y con pintorescas alineaciones de árboles, que alcanza dos diminutas bordas en un lugar mágico. Bordatxoko borda. Aquí, descenderemos por la izda, para buscar a las lamías junto a la erreka y encontrar un puente para gnomos, junto a la confluencia de las dos errekas, que llegan a este punto para unir sus aguas en un solo curso.

Aquí se inicia “Goizueta bidea”, un sendero exigente que se interna en un robledal albar, que hace la delicia al montañero. Unos minutos más tarde, una bifurcación aparece al frente, tomando el sendero más ascendente de la derecha, para que después, obligado por el fuerte desnivel, realice varias curvas, donde eventualmente aparecen cairns, que nos certifica que este trazado es sendero seguro. Lo que también es seguro es que aquí veamos corzos, y es que este hábitat avanza a su situación clímax.

Encontraremos una ataka, y posteriormente caminos en perpendicular debiendo tomar la dirección diestra pero ascendente y así encontraremos senderos que con curvas, se adentrarán en la repoblación de piceas rojas (“abetos de navidad”), dando fín al bosque encantado. Paso a paso, con la mirada al frente y en ascenso bajo las piceas, llegaremos al cordal que desprende Urepel hacia el NE, junto al ehizako postua nº 83.

Recuperados del ascenso, el simpático sendero paralelo al cordal nos lleva a la base del Barrengo muinoa, cima que pasaremos superados los algo más de 120m que de prominencia tiene esta elevación entre claros y jóvenes robledales. Barrengo muinoa, 991m coronado por un puesto de caza, es una atalaya que ofrece bellas ventanas hacia Urepel a la izda, Mandoegi a la derecha y más al fondo Adarra y hasta la costa, incluso hasta el encuentro del Urumea y el mar.

Continuando la dirección, iniciamos el descenso por el cordal, donde diversas peñas ofrecen bellas composiciones. Al cabo de 20´, previo paso por tres lomas que ascenderemos, y situados en la tercera, veremos la curva que traza una pista por debajo.

Será aquí donde giraremos a la izda. para así alcanzar la citada pista de manera perpendicular. Un plástico en una rama nos marca el nuevo descenso, continuidad del previo, que se sitúa sobre el sendero Zubiko bidea y así entrar en bello bosque. Este sendero tan bello como traicionero, obliga a estar atentos, puesto que descendidas varias decenas de metros, cuando de este cordal nacen dos nuevos subcordales, gira a la dcha buscando el curso de agua de la erreka, en fuerte descenso.

Nuevamente busca el subcordal derecho y cuando encuentra una llamativa zona llana, vuelve a girar a dcha., incluyendo curvas varias y pese a tener pequeños instantes ascendentes, busca la erreka y la encuentra, no en vano, los últimos metros de este tramo se hacen junto a ella.

Este sendero en descenso exigente, finaliza junto a un puente sobre el cauce principal que acaba de recibir el agua del descenso. Para pasar al otro lado, hay dos maneras de “mojarse”: la atrevida, sobre talones de madera, pero sin mojarse; y la cobarde, sobre las piedras de la erreka, pero mojándose. El lugar es coqueto e increíble y sacar la cámara de fotos parece obligado. Por la otra margen del río seguimos aguas abajo y tras varias curvas, en Kurpitzetako bizkarra, aparece una pista que en ascenso, alcanza el cruce citado en el ascenso, por lo que no queda, más que deshacer lo ascendido.

Nota: Era idea original de este Ibiliz, pasados varios centenares de metros, salirnos por la derecha y alcanzar Urdinolako presa, para después discurrir por el canal de agua del otro margen y avanzar por él hasta el lugar donde se produce la caída de agua entubada, junto a la cual, centenares de escalones descienden a la central. Como su tránsito es posible sólo para personal autorizado, no nos queda otra, que volver por el mismo trazado.