Haritz LARRAÑAGA
URRUÑA
LA CUESTIÓN DE LOS PRESOS ENFERMOS

Oier Gómez, más cerca de los suyos al suspendérsele la condena

El Tribunal de Aplicación de Penas respondió favorablemente a la petición de suspensión de pena de Oier Gómez Mielgo. El preso gasteiztarra seguirá encarcelado al menos hasta mañana, cuando se dará a conocer la posible anulación de las peticiones de euroorden que penden sobre él. En tal caso, podría ser excarcelado en breve.

«Lo más difícil ya se ha conseguido, que es la suspensión de la condena». Así de contundente se manifestó la abogada de Oier Gómez, Maritxu Paulus-Basurco, tras recibir la noticia de que el Tribunal de Aplicación de Penas de París ha aceptado la petición de liberar al preso político vasco para que, de ese modo, pueda hacer frente a su grave enfermedad en un hospital civil y rodeado de los suyos.

La letrada remarcó que «esta decisión ha sido fundamentalmente motivada por el delicado estado de salud» que padece el preso vasco. Añadió que «todos eran conscientes de la gravedad de la situación, pero después de la vista in situ que tuvo lugar la semana pasada la urgencia de la suspensión resultaba aún más palpable».

En aquella reunión el fiscal se mostró favorable a la suspensión, razón por la cual la abogada se mostraba ayer confiada y no esperaba que este dictamen sea recurrido en las siguientes 24 horas. «Además, los recursos se suelen tramitar nada más saber la sentencia, cosa que no ha hecho el procurador en este caso», apuntaba Paulus-Basurco.

Próxima cita el miercoles

Gómez, hospitalizado desde enero tras serle diagnosticado un sarcoma de Ewing con metástasis en cadera y cabeza, y con una esperanza de vida «que podría no superar los seis meses», segun el informe del perito designado por el juez, sigue encarcelado por ahora, dado que penden sobre él tres peticiones de euroorden (dos del Estado español y una de Portugal).

La anulación de las euroórdenes será analizada en las proximas horas y el fallo será dado a conocer mañana por la Cámara de Instrucción del Tribunal de Apelación. Paulus-Basurco admitió no querer «ni imaginar» una resolución contraria a la derogación de las euroordenes, y por eso mismo se mostró cauta a la hora de hacer una valoración al respecto.

«Hemos conseguido la suspensión de condena pero todavía nos falta suspender las euroórdenes», previno la abogada, que también admitió sentirse esperanzada, visto que la sucesión de acontecimientos en las últimas semanas se está desarrollando en términos lógicos.

Si mañana se decide suspender las euroórdenes, Gómez podrá tener libre comunicación con sus familiares y allegados desde el mismo momento en que se haga efectiva la resolución, siempre y cuando se respeten las reglas de hospitalización comprensibles en cualquier paciente de estas características.

A partir de ese momento, también empezarían las gestiones para trasladar a Oier Gomez a un hospital civil donde puedan tratar su enfermedad en circunstancias lo más convenientes posibles.

Reacciones y movilizaciones

Las valoraciones políticas tras la resolución del tribunal parisino no se hicieron esperar. EH Bildu celebró la decisión adoptada por los jueces galos, pero lamentaba que «haya habido que esperar a que los informes médicos le hayan dando tan solo seis meses de vida».

En parecidos terminos se espresó la red ciudadana Sare, que tildó de «buena noticia» el fallo y animó a la ciudadanía a acudir a la manifestación que se celebrará el sábado 6 de mayo en Gasteiz para exigir la inmediata puesta en libertad de todos los presos enfermos a fin de no tener que llegar a estos extremos.

EH Bai hizo una valoración más política al resaltar que «por primera vez en la sentencia se alude a la situación politica que vive hoy en día Euskal Herria», y se sumó a la jornada de movilización organizada por Bagoaz para mañana.

Efectivamente, entre las 10.00 y las 13.00 Bagoaz distribuirá folletos informativos por las calles de Baiona, tras lo cual se iniciará una concentración permanente en el muelle Lesseps con proyecciones y animaciones, hasta que se conozca el fallo.