Víctor ESQUIROL
VERSIÓN ORIGINAL (Y DIGITAL)

Otras reinas de la Tierra

Dos amigas desde la infancia se citan para pasar juntas unos días en el campo. Atrás quedarán los nervios del trabajo y las prisas de la ciudad, aunque con ellas irá, siempre, el aire contaminado de sus respectivas vidas personales. No hablamos de toxinas, sino de algo mucho más perjudicial: la sospecha, la envidia, el resentimiento... el odio. Todo esto magnificado por la –falsa– seguridad que transmiten las distancias cortas. Hogar, agrio hogar... Allí, y solo allí, encontramos “Queen of Earth”, penúltima joya de Alex Ross Perry, uno de los grandes valores del cine indie actual.

El que ninguna de sus películas haya llegado a las salas comerciales de nuestro territorio es un síntoma inequívoco de la mala salud de la cinefilia de aquí. Por suerte, el VOD actúa como corrector de los errores del sistema. En Filmin encontramos el que fuera uno de los títulos más aclamados, hará ya dos años, tanto en el Festival de Sundance como en el de Berlín.

En “Queen of Earth”, este director al que muy deprisa se le puso la tan gastada etiqueta de “nuevo Woody Allen”, va a buscar referentes mucho más oscuros que el genio de Nueva York. Y los encuentra. Y se los apropia. Y hace con ellos un intensísimo drama sicológico. Entre las versiones más enfermizas de Polanski y Bergman, nos topamos con dos actrices en la cumbre de su propio potencial interpretativo. Elisabeth Moss y Katherine Waterson se baten en un portentoso duelo actoral, sosteniendo tomas interminables, adueñándose de primeros planos y llenando de capas (nocivas) cada línea de diálogo. Ross Perry también se luce. Él y Sean Price Williams, su inseparable director de fotografía, encuentran un equilibrio perfecto entre lo moderno y lo “vintage”. No solo en lo visual, sino también en un tono que nos demuestra, frase a frase; secuencia a secuencia, que no hay regalo más envenenado que el de una amistad cimentada en las amarguras del paso del tiempo.

Sin abandonar del todo la fina línea que separa al cine independiente del de Hollywood, vamos al encuentro de otra de las nuevas reinas del séptimo arte. Ava Duvernay, quien se quedara el año pasado a las puertas del Oscar (al Mejor Documental) por “Enmienda XIII”, producción de Netflix muy en la onda de cineastas como Spike Lee. En este caso, reflexión y reivindicación se mezclan estilosamente para echar una mirada crítica –y necesaria– a la fallida emancipación de la comunidad afroamericana.

Por último, esta semana llega por fin al catálogo de Movistar una de las cintas de animación (adulta) más memorables de la pasada década. “Mary and Max”, del oscarizado Adam Elliot, es una gema stop motion en forma de cumbre del cine de su propio autor, especie de sicoanalista de humor más ácido que la baba de un alien. En este caso, un neoyorquino con síndrome de asperger se pone en contacto (epistolar) con una niña australiana, reina bastarda maltratada por la vida. El resultado es un hilarante y agridulce canto a la amistad en tiempos de globalización... e incomunicación. Una película tan certera y emotiva que claro, solo podía llegarnos en Versión Original y Digital.