E l Ibex volvía a las andadas tras la subida del viernes, y cerró la jornada con una caída que le hizo perder los 10.800 puntos. No se encuentran motivaciones para sostener un camino al alza que le devuelva a los 11.000 puntos. Y lo peor es que están apareciendo en el horizonte problemas difíciles de encarar y de gran riesgo para las bolsas. Trump, Brasil, el conflicto a la vista de las negociaciones del Brexit a partir de junio y el fuerte repunte del euro frente al dólar son buenas razones para mantener la cautela. Por el contrario, dentro del Estado español la elección de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE pasó de largo y no tuvo respuesta en la evolución de las cotizaciones.

El Ibex comenzó la semana con un recorte del 0,39%, hasta los 10.793,40 puntos. En Europa, hubo cierres en negativo para París (-0,03%) y Fráncfort (-0,15%), mientras que Londres (+0,34%) terminó en verde.

Si los bancos no tienen su día, es prácticamente imposible ver al Ibex acabar con ganancias. Y ayer volvía a demostrarse con un sector al completo en pérdidas. El peor fue Popular (-3,20%), que ya solo aspira a conocer en junio la mejor oferta de compra para salir del agujero. Santander bajó un 2,14%, Bankinter, un 2,08%, Caixabank, un 1,52%, Bankia, un 1,34%, y BBVA, un 1,16%. En el grupo de los valores con mayor capitalización, el más entonado fue Inditex (+1,13%). Pero el mejor del selectivo era Merlin (+1,49%). Dentro del Cac, despuntó el salto de LafargeHolcim (+6,35%), después de conocerse el nombramiento del nuevo secretario general, Jan Jenisch, que relevará en el cargo a Eric Olsen, salpicado por los acuerdos de la cementera con grupos armados en Siria. Las acciones de Airbus (-1,53%) y Michelin (-1,01%) encabezaron las bajadas.