Iratxe FRESNEDA
Periodista y profesora de Comunicación Audiovisual

Escaleras y Mujeres

Las escaleras hacia el cadalso, envueltas por la alfombra roja, miles de personas transitándolas y tomando instantáneas del momento con su mejor cara y su mejor gesto. La entrada al Gran Teatro Lumière del Festival de Cannes impone. Existen dos grandes escaleras, las físicas, por donde pasa la gente real y las escaleras del clip promocional que el público ve antes de cada película. En estas últimas, en cada una de ellas, escritos los nombres relevantes que han marcado la historia del festival, directores, muy pocas directoras. Es un hecho indiscutible que pocas mujeres han sido realizadoras reconocidas a lo largo de la historia del cine en comparación con sus camaradas varones, y las que existieron, difícilmente entraron en las listas elaboradas por aquellos que contaban la historia o hacían crítica cinematográfica: hombres. Cuando hablamos de representación no podemos olvidarnos de la ideología y de la visión del mundo que esta transporta, me interesan aquellas miradas que no sesguen, que alimenten también nuestra forma de mirar. “No soy una bruja”,< de la directora galesa de origen zambiano, Rungano Nyoni, es una de esas películas que desde lo aparentemente pequeño y local, nos transporta a lo simbólico y global. Su debut habla del estigma de nacer mujer en el siglo XXI en Zambia (y en el mundo). Un estigma que convierte a las mujeres en brujas-esclavas con la mirada cómplice de toda una sociedad. La presentación de esta realizadora, gracias a Cannes Cinefondation Residency, se define por el talento y la valentía al jugar con los aspectos formales con identidad propia, por su humor y sensibilidad. Otro debut, incluido en Un Certain Regard, es el trabajo de Cecilia Atán y Valeria Pivato, “La novia del desierto”. Su proyecto, surgido dentro del contexto de Cine en Construcción del Festival de Cine de Donostia, cuenta la historia de una mujer madura (Paulina García) que ha dedicado su vida a “servir” y cuidar en casa de otros. Cuando su función acaba, se ve envuelta en una pequeña odisea en la que, junto a un vendedor ambulante (Claudio Rissi),  descubre el mundo del que hasta el momento se había privado. El viaje, la geografía humana y natural, esta road movie está contada con gusto narrativo y una inusual fuerza visual. Por último, destacar el premio que ha recibido la catalana Laura Ferrés con su cortometraje “Los desheredados”, que ha recibido el Premio Descubrimiento Leica Cine durante la Semana de la Crítica de Cannes. La joven realizadora (Barcelona, 1989) ha dirigido y producido este proyecto personal en el que destacan las escasas ayudas que su trabajo ha recibido en comparación con el resto de los cortometrajes a concurso.