GARA
IRUÑEA

José Lainez y Concha Martínez reciben el Premio Príncipe de Viana de la Cultura

Los coreógrafos José Lainez y Concha Martínez recibieron ayer de manos de las presidenta del Gobierno de Nafarroa, Uxue Barkos, el Premio Príncipe de Viana de la Cultura 2017.

En su intervención, José Lainez afirmó que la danza «está en un momento dulce» en Nafarroa con «jóvenes coreógrafos y bailarines» a los que «hay que darles posibilidades para trabajar». «Yo no creo que sea necesario dar dinero y subvenciones» a la danza, señaló Lainez, quien abogó por «crear un circuito para que la danza pueda funcionar».

«Yo no soy partidario de que la danza sea gratis, porque si es gratis no se puede pagar a los bailarines», continuó Lainez, quien insistió en la necesidad de crear «circuitos de danza en los que se cobre una cantidad para que la gente de baile pueda bailar, cobrar, vivir y tener una familia» y «no se tengan que marchar fuera». Igualmente, pidió la creación de una subvención o una beca «para que la gente no se marche por necesidad».

El coreógrafo afirmó que «toda la labor que hemos hecho no la podíamos hacer solos, la hemos hecho con todos los bailarines que han estado con nosotros». En este sentido agradeció su labor al Instituto de Teatro de Barcelona, a la Escuela de Danza de Nafarroa y a los bailarines de Anexa que «lo dieron todo por nada».

Asimismo, dio las gracias a Maite Pascual, Bertha y Maite Bermúdez, «porque ellas han recopilado toda la información que teníamos en casa en un cajón» y que «recuperaron las coreografías» con las que «se empeñaron en crear exposiciones abiertas al público». «Nos han sacado a flote otra vez», aseguró Lainez, quien reconoció que, tras sufrir un ataque al corazón, «ya no puedo bailar como antes» pero «quiero seguir con la danza».

Por su parte, Concha Martínez aprovechó su intervención para recordar «a todos los que ya no están con nosotros» que «hubieran estado encantados de estar aquí y se hubiesen alegrado tanto como nosotros».

Los coreógrafos y bailarines José Lainez y Concha Martínez son los introductores de la danza contemporánea en Euskal Herria y en el Estado español. Con 16 años dejaron Donostia por Amsterdam, donde bailaron durante cinco años en la compañía del Het Nationale Ballet. A su vuelta a la capital guipuzcoana en 1970, formaron Anexa, su primer grupo de danza contemporánea, con el que consiguieron mostrar su nueva propuesta artística rompedora, provocadora y vanguardista. En 1973 irrumpieron en la escena barcelonesa. El teatro Capsa les programó durante meses. Años más tarde, pasaron a ser directores de la sección de danza del Conservatorio de Música Pablo Sarasate en Iruñea, y es allí donde hicieron sus últimas obras con la compañía Piejuntoapie.