Maider IANTZI
FIN DEL AYUNO

DIFERENTES CULTURAS COMPARTEN LAS VIVENCIAS DEL RAMADÁN

EN UNO DE LOS BARRIOS MÁS VIVOS E INTERCULTURALES DE BARAKALDO, ERRONTEGI, LA ASOCIACIÓN AGHARAS HA INVITADO A TODAS LAS VECINAS Y VECINOS A CONOCER EL RAMADÁN CELEBRANDO LA RUPTURA DEL AYUNO. EL ACTO TIENE LUGAR EN LOS LOCALES DEL CLUB DE TIEMPO LIBRE AINARA Y DE LA ASOCIACIÓN DE VECINOS MENDI-ALDE.

Estos locales son el punto de encuentro de pequeños que juegan en la ludoteca y gente de las asociaciones Agharas y Somos Errontegi Gara que preparan con ilusión la celebración de la ruptura del ayuno del Ramadán que comenzará a las 20.00.

Ridoane Chaakouch es bereber del sur de Marruecos. Vino a Euskal Herria con 19 años y lleva casi la mitad de su vida aquí. En 2013 fundó la asociación Angharas junto con otros jóvenes. En el camino se han topado con Somos Errontegi Gara, de donde forma parte Argiñe Sangrador. Hablamos con ambos por la tarde, mientras cocinan la sopa típica del Ramadán (Harira) y preparan las mesas para las más de 70 personas que van a venir, practicantes y no practicantes, vecinas y vecinos de distintas religiones y culturas.

Charlando con la gente, Ridoane se percató de que, aunque se conozca el nombre, no se sabe mucho del Ramadán. «Entonces pensamos organizar una quedada. Fue hace tres años. Nos reunimos en una de las dos mezquitas que hay en Barakaldo y dimos una charla explicando el Ramadán desde el punto de vista espiritual. Luego nos juntamos sobre 30 personas en una cena».

Al año siguiente se trasladaron a estos locales de Ainara y Mendi-alde y trabajaron desde el punto de vista científico hablando del significado y de los beneficios de este ayuno, como la limpieza del cuerpo. Esta vez varias mujeres hablarán de sus vivencias en el Ramadán, entre ellas Hayat, con la que charlaremos más tarde. La comunidad musulmana está en su noveno mes, que se llama Ramadán. Ridoane indica que su calendario es lunar y tiene 12 meses de 29 o 30 días. «El año es más corto. Vivimos más que vosotros», bromea. El Ramadán va cambiando junto con la luna. «Si tienes 30 años ya has estado en Ramadán en todas las épocas del año».

De coexistir a convivir

En este mes tan importante para los musulmanes, los adultos sanos pueden comer cuando se pone el sol. «Hoy [por ayer] se pondrá a las 21.49, por lo que cenarán a esa hora». A esta comida se le llama Iftar o ruptura del ayuno. Empieza con la sopa que hemos mencionado, Harira, y termina con un té de hierba buena. El pan relleno que suelen comer es Agrum bu Tguri y va acompañado de dulce.

«El objetivo de este acto es acercar el Ramadán a los no creyentes para que entiendan por qué lo hacemos. Realizamos una limpieza del estómago e intentamos mejorar como personas dejándonos de comportarnos mal. Tratamos de estar tranquilos y de no enfadarnos». Es un trabajo corporal y mental.

Se intenta trabajar pronto, por la mañana, y se visita más la mezquita. Por la noche se reza bastante y se organizan comidas para los que no tienen recursos. «Al pasar 14 horas sin comer y sin hidratarte, te pones en la piel del que no tiene comida, y cuando llega el desayuno [que sería nuestra cena] lo valoras más».

A nivel de barrio ven importante conocer la cultura bereber, al igual que la euskaldun y las demás que viven aquí (hay gente latina, rumana, de Senegal, Camerún…) de forma que no solamente coexistan, sino que también convivan. Agharas y Somos Errontegi Gara coinciden en este objetivo y tienen mucho futuro trabajando juntos.

Argiñe apunta que hay muchos prejuicios sobre los inmigrantes y que estos cambian dependiendo de su procedencia. «Que haya muchas culturas es bueno pero hay que trabajar para que todos tengamos espacio haciendo proyectos juntos». Errontegi es intercultural, pero, al mismo tiempo, tiene «mucho sentimiento de pertenencia. Los vecinos primero son de Errontegi y luego de Barakaldo», cuenta la participante de Somos Errontegi Gara, que nació hace tres años en el seno de la asociación Mendi-alde, de 35 años.

En lo que se refiere a Agharas, fue creado por un grupo de jóvenes a la vista de que en Barakaldo había una amplia comunidad bereber que no participaba en la vida social. El acto más importante que celebra la asociación es el Año Nuevo Amazig, el 14 de enero. «El objetivo es que el autóctono se acerque. Viene muchísima gente y aprovechamos para crear lazos». La asociación tiene doce miembros en la junta. «El 90% bereberes. También vascos. Todos voluntarios. Damos clases de árabe a niños y a adultos autóctonos. A cambio estos les enseñan a nuestros niños euskara y les ofrecen apoyo escolar. Vienen jubilados, universitarios, trabajadores de empresas que exportan a algún país árabe…».

En el día a día trabajan también con los bereberes recién llegados, que «tienen todo en contra: desconocen el idioma, la cultura y la estructura social son diferentes… Todo es nuevo. Además, muchos no tienen permiso de residencia. Yo mismo me he encontrado con ese problema y en la asociación intentamos que su vida aquí sea lo más amena posible ayudándoles a encontrar recursos».

Trabajar la empatía

Mientras escribimos estas líneas nos viene Hayat con una bandeja de dulces típicos del Ramadán. Cuenta que este es un mes muy importante en su religión, «para hacer más cosas entre tú y Alá. Sentimos el hambre de la gente pobre y ayudamos a la gente». Es un momento para trabajar la empatía.

«Cuando estamos con la regla las mujeres no tenemos que ayunar. Durante siete días he comido por esto. Luego los recuperaré. Tengo todo el año para ello. Si pasa el año, debo pagar algo a los pobres». En el embarazo y la lactancia si la mujer está fuerte podrá ayunar pero si no es así no hay problema para comer y esos días no se deben recuperar.

Otra de las características de este mes es que se juntan las familias a la hora de comer. Es “obligada” la visita a la familia, al igual que en Navidades. Bereber, euskara, castellano… Se escuchan muchos idiomas en este encuentro. Hayat comenta que este año estudiará euskara. «Tengo aquí a la profesora» dice cogiendo del hombro a Argiñe. Sin dejar de lado su cultura, quiere aprender y convivir.

Son casi las 20.00. Las mujeres que contarán sus vivencias se reúnen para comentar lo que van a decir. Hablan de la importancia del feminismo y de la perspectiva de género. Están emocionadas. Anticipan que lo más interesante vendrá luego, en el debate, con las preguntas, las dudas… Así llegará la puesta de sol, el momento de la oración y el Iftar.