Victor ESQUIROL
VERSIÓN ORIGINAL (Y DIGITAL)

Tras la huella de Sitges

Aprovechando que la 50ª edición del Festival de Cine Fantástico de Sitges ya ha anunciado su –vampiresco– leitmotiv, así como de la presencia de algunos nombres de primer nivel, nos sumergimos en la oferta del VOD para recuperar algunas perlas con el sello de calidad de dicho certamen. Películas que triunfaron ahí... pero que no llegaron a las salas comerciales. Mal por los circuitos de exhibición tradicionales; muy bien por nuestra “Versión Original (y Digital)”.

La primera parada la hacemos en Filmin, donde encontramos “Operación Avalancha”, un estimulante juguete cinematográfico que confirma a su principal responsable, Matt Johnson, como uno de los cineastas indie a tener más en cuenta. Después de habernos descolocado con su primer largo, el found footage “The Dirties”, sobre las las matanzas de instituto, este director y guionista decide revivir el fantasma de la madre de todas las teorías de la conspiración.

Estamos en el año 1967, en el momento más caliente de la Guerra Fría. Las agencias espaciales de Estados Unidos y de la Unión Soviética se han retado a una carrera que va a ir mucho más allá del logro científico. Objetivo: la Luna. Para llegar ahí se va a tener que tirar de tecnología punta... o de pericia cinematográfica. Johnson vuelve a demostrar que se siente a gusto haciendo de funambulista en la línea que separa la realidad de la ficción. La historia está planteada a modo de falso documental, pues se nos habla sobre las filmaciones falsas para falsear la misión del Apolo 11. El acierto en la elección de formato(s) es la punta del iceberg de una propuesta tan rica en capas como acertada en los tonos que adopta. Desde su planteamiento en clave de cómico y gamberro revisionismo histórico (ojo al cameo kubrickiano) hasta su traca final en forma de terror paranoide, este “viaje a la Luna” es una de las marcianadas más gratificantes de la temporada.

De vuelta a la Tierra, descubrimos que ésta ha sido invadida por unos monstruos de inspiración mitológica-japonesa. En Netflix disponemos de “Gantz: O”, espectacular adaptación del manga de Hiroya Oku. Esta cinta dirigida por Yasushi Kawamura es una muestra perfecta de las virtudes de la nueva animación nipona. No solo por su impresionante renderización por ordenador, sino sobre todo por su inconfundible doma de la locura, plasmada aquí en el derroche de intensidad de una trama orquestada a través de un crescendo imparable de escenas de acción. A cada cual más delirante,violenta, fastuosa y divertida.

Por último, y ya que sabemos que William Friedkin estará este año en Sitges para recoger un premio honorífico, recuperamos una de sus últimas joyas. En HBO España podemos ver “Bug”, clásico moderno de terror, el cual se reivindica, año tras año, como uno de los retratos más acertados de los EEUU post-11S. En el espacio asfixiante de una habitación de motel, Friedkin encierra buena parte de las obsesiones (enfermizas donde las haya) de un país superado por sus propios miedos. Imprescindible crónica de la América bunkerizada; enésima razón de peso para reverenciar el actual (y escalofriante) boom del VOD.