Manex Altuna
PRUEBA ATLÉTICA

Spartan Race, una carrera de obstáculos para todos los públicos

Kobetamendi acoge el sábado la segunda edición de Spartan Race con el objetivo de superar los más de 4.000 asistentes del pasado año. Además de los de élite, son muchos los competidores que se apuntan para superar sus límites y acaban «enganchándose».

Spartan Race es una carrera de obstáculos que en los últimos años se ha puesto de moda y que surgió hace apenas una década en Estados Unidos. La idea empezó a coger forma en 2007 con el nombre de Death Race (carrera de la muerte), hasta que en 2010 se celebró la primera Spartan Race en Vermont con 500 competidores.

En 2013, la marca de ropa deportiva Reebok se convierte en sponsor y Spartan Race comienza a organizar pruebas por todo el mundo. En este 2017 cuenta ya con más de un millón de participantes, cinco millones de seguidores en las redes sociales y organiza más de 170 eventos en 25 estados del planeta.

El próximo 24 de junio el monte Kobetas acogerá la segunda edición de Spartan Race en Bilbo. Tras el éxito del año pasado, con un total de 4.000 participantes, el sábado esperan superar esa cifra.

Esa es la palabra clave, «superación». Superación de los obstáculos, y de los límites que cada persona pueda tener.

Voluntarios

Así lo explica Eneko Elejalde, un vecino de Galdakao de 35 años que ejerce de voluntario en la organización de la prueba. A cambio recibe comida, una camiseta y la posibilidad de participar sin abonar la inscripción en una de las carreras. La inscripción ronda los 50-80 euros para la prueba Sprint de 6 kilómetros y 20 obstáculos; y entre los 64 y 100 euros para la prueba Super con 25 obstáculos en más de 13 kilómetros. También hay pruebas para niños que cuestan entre 12 y 15 euros.

Elejalde rememora que acudió por primera vez en 2015 con unos amigos a una carrera celebrada en Madrid. Fue como voluntario para ver en qué consistía porque no se atrevía a completar la prueba. Sin embargo, reconoce que se «enganchó» y desde entonces ya ha participado en 15 celebradas en Barcelona, Madrid o Andorra.

Aunque practicaba buceo, Elejalde dice que no hacía demasiado deporte antes de realizar su primera Spartan. «Tengo mi tripita», afirma para explicar que él hace la carrera en la categoría Open, «andando y no corriendo».

Existen tres tipos de categorías para todos los niveles. La tanda Élite está compuesta por corredores que entran en las clasificaciones. Después está la tanda Competitive, para gente que hace deporte, busca competir y aprovechar un recorrido más libre de corredores.

Por último, está la tanda Open. Es la categoría para todo el mundo. «Guerreros de fin de semana, atletas novatos, si es la primera vez que te has propuesto llenar las zapatillas de barro, si quieres cruzar la meta abrazado a todo tu equipo. Todos sois bienvenidos», destacan en la web de Spartan Race. La categoría Open ofrece «la oportunidad de salir de tu zona de confort, poner tu cuerpo al límite y vivir en primera persona la adrenalina que se siente al cruzar la línea de meta. El ritmo lo marcas tú».

Elejalde expone que en esta categoría se pueden ver desde despedidas de solteras a personas descapacitadas. Él mismo hace la prueba con una mujer de más de 60 años, madre de otro voluntario con el que han conformado un equipo. Le regaló a su madre una inscripción y se divirtió tanto que lleva dos años participando en las pruebas que puede.

El vecino de Galdakao destaca que es la filosofía de la prueba, en la que prima «la deportividad y el compañerismo», lo que hace que la gente repita.

El año pasado estuvo en la prueba de Artxanda, y ahora anima a amigos y familiares a que acudan a ver a los participantes. Señala que la zona para el público será más amplia en esta ocasión y podrán ver a sus allegados haciendo frente a los obstáculos.

Nuevos obstáculos en Bilbo

«El Alambre de Espino», las «Monkey Bars» o el «Salto con fuego», además de otros como el traslado de neumáticos gigantes, la escalada de cuerdas y muros, palos de equilibrio o los lanzamientos de precisión, son algunos de los obstáculos que deberán superar los participantes. En el caso de no hacerlo, reciben una sanción conocida como «burpees». Se trata de una combinación de sentadillas, flexiones y salto vertical.

El responsable de la prueba en el Estado español, Ángel Sanz, ya avanzó en la presentación de Spartan Race de Bilbo que, además de los «clásicos», también «habrá sorpresas que son acordes con la filosofía de la ciudad y las características orográficas del terreno, como ya vimos el año pasado en Artxanda».

Sanz reconocía también que «la cultura vasca está muy ligada al deporte y al esfuerzo y creo que los participantes van a terminar contentos con lo que se van a encontrar» en el nuevo circuito de Kobetamendi.

La prueba se desarrollará durante toda la jornada del sábado, con salidas espaciadas en grupos reducidos, para que todos los participantes «puedan disfrutar de la competición». Además, habrá otro tipo de actividades paralelas como el Festival Challenge, zonas de hostelería, actuaciones de DJs o la Spartan Junior para niños.

Spartan Race de la capital vizcaina forma parte del circuito organizado a nivel del Estado español junto a las pruebas de Madrid, Barcelona y Valencia.