Un acto organizado por la iniciativa popular Parole Parole homenajeó ayer a Ion Arretxe en Errenteria tres meses después de su muerte. Fue un acto sencillo, tal como deseaban los amigos del escritor y director artístico de cine, y se completó con una comida popular y diversas actuaciones.

El homenaje, al que asistieron varias decenas de personas, comenzó poco después de las doce del mediodía en La Guarre (Parke kalea). En el acto participó el alcalde de Errenteria, Julen Mendoza, quien descubrió la placa del parque que lleva el nombre de Ion Arretxe y pronunció unas palabras en las que glosó la personalidad y la obra del escritor. Seguidamente se bailó un aurresku de honor ante un grupo de familiares y allegados de Arretxe.

El homenaje continuó por la tarde con una comida popular en el instituto Koldo Mitxelena, cuya sobremesa fue amenizada con actuaciones de Intxaurtze Kantariak, Juxe Goenaga, Amaia Zubiria junto con Mikel Markez, Edu Magoa y el grupo Gu Geu. También se representó parte de ‘‘Escenas calientes’’, obra del propio Arretxe.

El autor de Errenteria, que ya recibió un homenaje el pasado día 20 en Madrid, trabajó durante muchos años como director de arte en un gran número de películas, y además fue guionista, documentalista e incluso actor ocasional.

Obras basadas en sus vivencias

Como dramaturgo, estrenó varias obras en pequeño formato y en los últimos años publicó dos narraciones inspiradas en sus propias vivencias. Una de ellas es ‘‘Parole parole. Una infancia en Renteria’’, protagonizada por niños. La otra, probablemente la más conocida de Ion Arretxe, es ‘‘Intxaurrondo. La sombra del nogal’’, un estremecedor relato en el que rememora el horror que sufrió durante su detención en 1985.

El día 26 de noviembre de ese año fue detenido en Altza por la Guardia Civil, en la misma operación que arrestaron a Mikel Zabalza, Idoia Aierbe y Manuel Bizkai. Tras permanecer dos días incomunicado en el cuartel de Intxaurrondo, Arretxe fue trasladado a Madrid, donde continuaron las torturas. Fueron «los peores días» de su vida, según relató a NAIZ.