Las obras de la futura estación soterrada de Garellano, en Bilbo, comenzarán este verano y se prolongarán 18 meses, aunque posteriormente continuarán otros cuatro años los trabajos para levantar el edificio con hotel, residencia de estudiantes, gimnasio y comercios que irá sobre la terminal.

El alcalde y el edil Ricardo Barkala, que pidieron paciencia a las vecinos por las molestias que se puedan generar, presentaron ayer el proyecto constructivo. Juan Mari Aburto auguró «meses complicados» para los residentes de la zona, entre las obras y la terminal provisional.

El Consistorio adjudicó el proyecto por 22 millones de euros a la UTE formada por Construcciones Amenabar y Excavaciones Viuda de Sainz. Se trata de una concesión por 40 años para explotar la estación, los servicios asociados a ella y un aparcamiento para más de 500 plazas que se habilitará. Transcurridas esas cuatro décadas, la concesión volverá a manos municipales.

El soterramiento generará una plaza en la superficie de 12.500 metros cuadrados en la que se alzará un edificio en forma de ‘‘ele’’ que contará con 9 plantas de hotel, una residencia de estudiantes, un gimnasio, una zona comercial y los servicios propios de la estación, como las taquillas.

«En agosto queremos que haya máquinas allí», comentó Barkala. Aburto avanzó que se preve que por la estación pasen anualmente unos 5 millones de viajeros, «un poco por encima del aeropuerto».