La crónica de la revolución que cambió la historia
Los próximos meses se cumplirán cien años de la Revolución de Octubre rusa, un acontecimiento que cambió el rumbo de la historia de la humanidad. El periodista estadounidense John Reed vivió en primera línea aquellas turbulentas jornadas y las plasmó en el libro “Diez días que estremecieron al mundo” (editorial Txalaparta), que ahora ofrece GARA a sus lectores.

Este libro es un trozo de historia condensado tal como yo la vi. No pretende ser más que un detallado relato de la Revolución de Octubre en que los bolcheviques, al frente de los obreros y soldados, conquistaron el poder del Estado en Rusia y lo entregaron a los soviets». Así comienza John Reed el prólogo de su obra cumbre, que daría la vuelta al planeta como la mejor crónica periodística de la revolución rusa.
El 25 de octubre de 1917 (según el antiguo calendario juliano; 7 de noviembre en el actual gregoriano) tropas de la Guardia Roja y obreros armados tomaban los principales edificios gubernamentales de Petrogrado, entonces capital del país, y lanzaban el asalto final sobre el Palacio de Invierno, sede del gobierno provisional y antigua residencia de los zares. Al día siguiente, el líder del movimiento insurreccional, Vladímir Ilich Uliánov, conocido como Lenin, anunciaba desde el II Congreso de los Soviets el triunfo de la revolución. Testigo directo de aquellos sucesos era un periodista americano de firmes convicciones socialistas, John Reed, que tomaba notas de cuanto acontecía en unas jornadas que iban a cambiar la historia.
Reed (Portland, 1887–Moscú, 1920) procedía de una acomodada familia de Oregón (EEUU) y se formó en la selecta universidad de Harvard, donde despuntó ya su afición por la escritura, además del desapego por el ambiente burgués. En 1913 comienza a trabajar en la revista izquierdista “The Masses” (Las masas), que le da la oportunidad de acercarse a los conflictos obreros a pie de calle. Ese mismo año, la revista “Metropolitan” lo envía a México para cubrir la revolución, donde convive con Pancho Villa y sus tropas; fruto de ello es la recopilación de artículos en el libro “México insurgente”.
El prestigio de su trabajo lo lleva de nuevo a las huelgas mineras y la represión en EEUU, para saltar como corresponsal a una Europa que se bate en la I Guerra Mundial.
En febrero de 1917 una alianza revolucionaria derroca al zar Nicolás II en Rusia, sumida en una profunda crisis económica y política, y crea un gobierno provisional en lo que sería la primera fase de una revolución mayor. Reed viaja a Rusia y, en octubre, asiste en primera línea a los acontecimientos que precipitan el estallido revolucionario definitivo. Acude a asambleas obreras, manifestaciones de masas y reuniones de todas las facciones, convive con los soviets, acumula documentación, entrevista a los dirigentes políticos y acompaña a los soldados en sus asaltos mientras toma notas para sus conmovedoras crónicas y su futuro libro.
A su regreso a EEUU, Reed es expulsado del Partido Socialista y forma con otros camaradas el Partido Comunista del Trabajo de América. Acusado de sedición, se refugia en el país de los soviets, donde fallece a consecuencia del tifus en octubre de 1920.
Un clásico del periodismo y la política
“Diez días que estremecieron al mundo” fue editado por primera vez en 1919. El retraso se debió a la incautación del material periodístico de Reed a su vuelta de Rusia a EEUU, donde fue acusado de sedición. El libro obtuvo un amplio eco y críticas muy positivas. El propio Lenin aportó un breve prefacio laudatorio para ediciones posteriores, en el que recomendaba la obra a «los obreros de todos los países» para «comprender la revolución proletaria». El libro de Reed se ha reeditado en decenas de idiomas, hasta alcanzar la consideración de un clásico del periodismo, la historia y la política. En 1999, la Universidad de Nueva York colocó la obra de Reed en la séptima posición de los cien mejores libros de periodismo de EEUU. La obra ha inspirado también adaptaciones cinematográficas y documentales.

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