Dabid LAZKANOITURBURU

El viaje y las alforjas

En espera de la reacción de Arabia Saudí y de sus aliados, es difícil que Qatar vaya a acceder a las exigencias para acabar con un bloqueo que busca su subordinación total a Ryad.

Pero no es una simple cuestión de soberanía. Al exigir a Doha el cierre de la cadena “Al Jazeera” y la congelación de sus relaciones con Turquía e Irán, el bloqueo y sus consecuencias podrían provocar –de hecho están provocando– el efecto contrario, al lanzar a Qatar a los brazos de los antiguos imperios otomano y persa.

El caballo desbocado saudí parece decidido a marcar el paso en Oriente Medio aprovechando la visión más lobbista que geoestratégica del inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump.

Ocurre que, para ello, Ryad se está inspirando en los Emiratos Árabes Unidos (EAU) que, con su entusiasta participación en las guerras en Libia y en Yemen llevan camino de convertirse en la alternativa ultrarretrógrada y anti-primaveras árabes de la diplomacia qatarí.

Esto conviene a los EAU, cuyo régimen siente en la nuca el aliento de los Hermanos Musulmanes. Está por ver si le merece la pena a Arabia Saudí tan arriesgado viaje. Todo para sustituir al incómodo Qatar por los cada vez más ambiciosos EAU en las alforjas de su grupa.