La Comisión Internacional de Verificación, tras confirmar primero que ETA había cumplido desde 2011 «su compromiso de cesar todas sus acciones violentas», y comprobar el 8 de abril de 2017 que había procedido a desarmarse, «considera su trabajo completado y, por lo tanto, da por finalizada su actividad».

La CIV, dirigida por Ram Manikkalingam, de Sri Lanka, ha estado compuesta por Ronnie Kasrils, de Sudáfrica; Ray Kendall y Chris Maccabe, de Reino Unido; Aracelly Santana, de Ecuador; y el teniente general Satish Nambiar, de India, y coordinada por Fleur Ravensbergen. Todas estas personas tienen amplia experiencia en procesos de resolución de conflictos.

La comisión se constituyó el 28 de setiembre de 2011, para verificar el fin de la actividad armada de ETA. En enero de 2014 confirmó que había puesto fuera de uso operativo una cantidad específica de armas, municiones y explosivos, que define como «un pequeño pero importante primer paso hacia el desarme de ETA». Por esa actuación fueron llamados a declarar en la Audiencia Nacional.

Por fin, el 8 de abril, la CIV recibió «por parte de representantes de la sociedad civil vasca en Francia», información precisa para el total desarme de ETA, lo que fue corroborado por las autoridades francesas y considerado como un «gran paso» hacia la paz y la seguridad por el ministro de Interior, Matthias Feki.

En el escrito con el que pone fin de su actividad, la CIV muestra su agradecimiento a los agentes institucionales, políticos y sociales con los que ha trabajado desde 2011. El Gobierno vasco y navarro, los parlamentos de ambas comunidades, los lehendakaris Iñigo Urkullu y Uxue Barkos, la Mancomunidad Vasca y su presidente, Jean-René Etchegaray, PNV, EH Bildu, PSE, UGT, CCOO, ELA, LAB, Confesbask y representantes de la Iglesia católica vasca. Reconoce la confianza que le mostraron cuando la suya era una tarea difícil y «sin garantías de éxito».

Además de a los anteriores, la CIV hace una mención especial de agradecimiento al ex consejero de Interior Rodolfo Ares, «por su respaldo y consejo», y al dirigente de Sortu Rufi Etxeberria, «por su apoyo y esfuerzos». También muestra su «profundo aprecio» a Paul Ríos y a Lokarri «por la ayuda prestada durante este tiempo».

Por último, la Comisión dice estar «agradecida por la oportunidad de haber contribuido a este paso histórico para el futuro de la sociedad vasca». Y «espera y confía en que todos los actores políticos y sociales relevantes continuarán trabajando juntos para consolidar las aspiraciones de paz y convivencia».

Agradecimientos de partidos a la Comisión por su buen hacer

Una vez conocida la decisión de la CIV de poner fin a su trabajo, fueron múltiples los mensajes de agradecimiento. El PNV expresó a través de las redes sociales su valoración «muy positiva el trabajo desarrollado por la Comisión Internacional de Verificación desde su constitución hasta hoy», asegurando que «su labor ha contribuido a que Euskadi esté hoy más cerca de la consolidación definitiva de la paz y de la convivencia».

El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, habló de «buena noticia para quienes hemos trabajado para que este día llegara» y seguramente mala «para los enemigos de la paz». Animó a todas las fuerzas políticas a trabajar ahora, también con «seriedad y discreción» por la libertad de todos los presos y por ver qué se hace con la presencia de las FSE en este territorio, que a su entender tantos problemas genera, y puso como ejemplo el de Altsasu.

Sortu subrayó que «el esfuerzo de la CIV ha conseguido mover a favor de la paz y la convivencia a sectores que no querían hacerlo».

Podemos también hizo público su agradecimiento. GARA