Ipurua levanta el telón. Y para acoger nada menos que un derbi. El primero de los doce que disputará esta temporada el fútbol vasco en Primera.

Picante, por tanto, para el estreno del curso en el campo azulgrana. Y muchas ganas, aunque en este caso no se deban tanto a la rivalidad como a la propia exigencia de la competición y las objetvos en los que ya trabajan Eibar y Athletic.

El cuadro armero, así, se presenta ante su afición con ganas de refrendar lo sucedido en La Rosaleda. Con los tres primeros puntos en el bolsillo y una magnífica actuación, los eibarreses no pudieron encontrar mejor manera de comenzar la campaña. Pero faltan todavía cuarenta para cruzar la meta y es bien conocida tanto la planificación de José Luis Mendilibar, enfocada siempre a encarrilar la temporada cuanto antes para evitar nervios, como la velocidad a la que aparecen esas urgencias. Así que la visita del Athletic está marcada en rojo; por tratarse del equipo rojiblanco, sí, por suponer el debut en casa, también, pero sobre todo porque ofrece la posibilidad de coger carrerilla en este arranque liguero.

Algo parecido les sucede a los vizcainos, aunque las circunstancias sean diferentes. En su caso casi podría hablarse de un inicio, después de que las necesidades europeas ensombrecieran el encuentro ante el Getafe. Y de que el propio desarrollo del partido, ciertamente frustrante, lo enviara a algún recóndito cajón de la memoria. Pero ahora sí, los rojiblancos han superado su primer gran match-ball de la temporada y, al menos durante estas tres próximas semanas, pueden centrarse en que el proyecto del Cuco Ziganda celebre también sus primeras alegrías en la competición doméstica.

Aunque es evidente que el encuentro frente al Panathinaikos se dejará notar en Ipurua. Lo que no está tan claro a quién beneficiarán sus consecuencias, con un Athletic que, pese a las rotaciones que ya ha anunciado su entrenador, puede notar el cansancio, sobre todo con el calor previsto, pero que también debería tener ahora mismo un ritmo competitivo más alto que su anfitrión. «Empezaron antes que nosotros la pretemporada y quizá vengan más rodados», recuerda Mendilibar.

Aunque al técnico azulgrana le preocupan más otras cuestiones. Por ejemplo el «gen competitivo», que su rival ya ha tenido la oportunidad de demostrar en las dos previas de la Liga Europa. «Del Athletic me preocupa todo», asegura el zaldibartarra. «Sobre todo que compiten bien, no necesitan jugar bien para ganar. Lo demostraron en Grecia, tuvieron un arreón de seis minutos y metieron tres goles. No bajan los brazos, siguen insistiendo y si intentas alguna vez acertarás. Compiten siempre, hasta que el árbitro pita el final. Tienen un gen competitivo muy grande», insiste. Con un discurso que bien podría adoptar su rival. Porque, como recuerda Ziganda, «Mendi es de aquí, ha entrenado aquí, con el carácter de aquí, se identifica con esta filosofía. Le conozco, se cómo piensa, se cómo es. No nos separan ni cincuenta kilómetros y nos cambia muy poco en cuanto a mentalidad. Gente muy sana, gente muy noble, que va siempre hacia adelante y que hace siempre todo lo que puede, bien o mal, pero todo lo que puede. Eso se lleva dentro. Y si, los equipos de Mendi también son así».

Este, además, ha comenzado de forma similar al que ya dirigió la temporada pasada. Con otros nombres –los seis fichajes azulgranas debutaron en la primera jornada, cinco de ellos en el once inicial– pero un estilo perfectamente reconocible. ˜Es un equipo cuya idiosincrasia le invita a jugar a muchísimo ritmo –destaca Ziganda–, a intentar atacar siempre, a intentar jugar en campo contrario. Y más en Ipurua. Juega hacia adelante, lleva el balón muy rápido al área, centra mucho y ha empezado el año como estuvo el año pasado. Aunque cambien los nombres. Si no supiéramos los números de las camisetas, pensaríamos que es el del año pasado». Un equipo ante el que «tendremos que solventar las situaciones cuando no tengamos el balón y, por supuesto, cuando lo tengamos, tendremos que atacar e intentar hacerles daño para no estar siempre en nuestro campo».

Dar, además, un paso adelante en la construcción del Athletic de Ziganda, que admite que ninguno de los cinco partidos oficiales que ha disputado ya «ha sido redondo»; sobre todo porque desde el ambicioso punto de vista del técnico, que quiere un equipo que gane y que «haga disfrutar a la gente».

Vuelven Escalante y Raúl García

Tanto Mendilibar como Ziganda recuperan jugadores para el derbi, aunque está por ver si jugarán de inicio.

La presencia de Gonzalo Escalante, que se perdió el primer partido por la sanción que arrastraba desde la temporada pasada, es la principal novedad en la lista del zaldibartarra, que ha citado a 19 jugadores. Se quedan fuera los lesionados y, por decisión técnica, los dos futbolistas que más posibilidades tienen de salir cedidos antes del 31 de agosto, Calavera y Nano. Parece, en todo caso, que Escalante vivirá el inicio del choque desde el banquillo. La principal duda radica en punta de ataque, donde Mendilibar tiene dos puestos para Kike, Charles y Enrich.

Ziganda, por su parte, tiene de vuelta a Raúl García, ya recuperado de la gripe, aunque tampoco está claro que el navarro juegue de inicio. El técnico, además, ha incluido en su lista de veinte y Vesga y Núñez, mientras Merino se cae respecto a la convocatoria del jueves. A.U.L.