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Uhuru Kenyatta promete encargarse del «problema» del Supremo si es reelegido

Uhuru Kenyatta prometió que si es reelegido se encargará del «problema» del Tribunal Supremo, al que criticó por anular los resultados de las presidenciales del 8 de agosto, de las que se proclamó ganador.

El presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, denunció ayer la existencia de un «problema» en el sistema judicial del país y prometió «arreglarlo», en respuesta a la decisión del Tribunal Supremo de anular los resultados de las elecciones presidenciales del 8 de agosto –no los de las parlamentarias y las regionales, celebradas el mismo día– por irregularidades que «afectaron a la integridad del proceso electoral» y ordenar nuevos comicios, un fallo que el mandatario no comparte pero dijo «respetar».

«El Tribunal Supremo decidió que es más poderoso que los 15 millones de kenianos que (...) votaron por su candidato preferido. El Tribunal Supremo no puede anular la voluntad del pueblo, y nos encargaremos de solucionar esto», aseguró Kenyatta en un encuentro con miembros de su partido.

«Tenemos un claro problema», insistió en alusión al Supremo, a cuyos jueces se dirigió para preguntarles: «¿Quién os ha elegido?».

Kenyatta, sin embargo, reiteró su «respeto» a la decisión, no sin volver a expresar su desacuerdo con la sentencia, que determinó la convocatoria de nuevas elecciones presidenciales en un plazo de 60 días.

El vicepresidente, William Ruto, fue más allá en sus críticas: «Debemos preguntarnos cómo el Tribunal Supremo ha invalidado la voluntad de los kenianos basándose en asuntos técnicos que no tienen nada que ver con cómo votaron. Es una estupidez».

Ruto defendió que su partido, el Jubileo, ganó las elecciones de forma «justa» y añadió que «no sucumbiremos a ningún tipo de intimidación del Tribunal».

«El Supremo no es supremo, lo es el pueblo keniano», sentenció el «número dos» del partido y del Gobierno.

Tanto Ruto como Kenyatta pidieron a la Comisión Electoral que anuncie lo antes posible la fecha de los nuevos comicios.

El líder de la principal coalición opositora Súper Alianza Nacional (NASA), Raila Odinga, pidió tras la sentencia que los culpables de este «monstruoso crimen contra los kenianos», refiriéndose a la Comisión Electoral que dio la victoria a Kenyatta con el 54,27% de los votos, sean procesados.

En un primer momento, Odinga había rechazado recurrir los resultados de los comicios ante la Justicia, pero finalmente lo hizo presionado por los pesos pesados de su coalición y por la comunidad internacional, y ganó.

Al margen de la incertidumbre causada por la anulación de las elecciones, la Justicia keniata fue alabada por ser la primera en África que con su «coraje» al tomar esa decisión muestra, según los observadores, la «maduración» de la democracia en el país.