Hay directores de cine, como Michael Haneke, que hagan lo hagan, lo hacen bien. En “Happy End” vuelve a demostrar lo incontestable de su capacidad cinematográfica. Lúcido como nadie al observar lo que conoce de cerca, Haneke es incisivo y corrosivo al dibujar la grotesca estampa de los tiempos en los que vivimos, donde la vida se prolonga hasta los límites más absurdos y las personas importan lo que dura el éxito de un tuit en la red. Sobre el éxito precisamente habla “Mother!” de Darren Aronofsky donde una magnifica Jennifer Lawrence sostiene un loco guion que ofrece al espectador múltiples interpretaciones que navegan en torno al proceso creativo, pero que despegan hacia cualquier lugar que tenga que ver con el devenir de la humanidad. La película es tan delirante que hace que el espectador se plantee constantemente hacia dónde desea llevarle el director y que es lo que este pretende transmitirnos. Estimulante, claustrofóbica y violenta, admite aplausos y abucheos por igual, dependiendo de los ojos con los que se mire. Es admirable ver cómo asume riesgos el director de “Pi” en un panorama cinematográfico en el que pocas “superproducciones” dan saltos hacia el vacío creativo. Precisamente un gran salto es el que espero de Laura Mora después de haber visto “Matar a Jesús” en Nuevos Directores. Estrenada en Toronto, esta pequeña joya rodada en las calles de Medellín, extrae de ellas la fuerza que solo estas pueden aportar a la ambientación y a los maravillosos encuadres que realiza la colombiana. Con el estudio de la violencia y la venganza como leiv motiv, esta es una de esas películas que aportan luz en un mundo en tinieblas.