Víctor ESQUIROL
VERSIÓN ORIGINAL (Y DIGITAL)

Los artistas desastrosos

Una vez más, en Versión Original (y Digital) vamos a rebufo de los grandes certámenes de cine. Hoy, 3 de octubre, la actualidad fílmica la sigue marcando la 65ª edición del Festival de Donosita. Esta concluyó con un anuncio sonado y, claro, rematadamente genial. La Concha de Oro, máximo honor de Zinemaldia, fue para James Franco y su “The Disaster Artist”, hilarante making of ficcionado (?) sobre “The Room”, la que para muchos es la peor película de la historia.

Y ahí quedó la lección para la posteridad: en este invento loco que es el cine, hasta de la mierda puede surgir oro. Milagro alquímico que solo puede entenderse a través del talento artístico de quien se acerca al desecho con una mirada crítica pero a la vez cariñosa, con tal de reciclarlo (véase el mencionado James Franco)... y/o a través de la propia naturaleza del espectáculo fílmico, concebido este como una experiencia de catarsis colectiva. Como esa excusa para hacer de la mofa más o menos consentida, la declaración de amor más sincero.

En esta nueva prospección en la oferta VOD dedicamos nuestra atención a aquellas obras que se disfrutan mejor en compañía de colegas, cervezas y otros vicios... y que dan sentido a la teoría de la valoración circular artística. ¿Existen películas tan-tan malas que, en realidad, son buenas? Desde luego.

Para muestra, un botón del rey. En Filmin damos con “Objetivo: Bin Laden”, una de las muchas basuras maestras protagonizadas por ese maravilloso concepto llamado Nicolas Cage. El director Larry Charles, brazo ejecutor de los grandes hits de Sacha Baron Cohen, nos cuenta la verdadera historia de Gary Faulkner, un sonado que intentó en once ocasiones dar caza al por aquel entonces hombre más buscado del planeta: Osama Bin Laden. Para el cumplimiento de tamaña misión (encomendada ésta por Dios su Señor), el hombre se armó solo con su propio coraje... y con una katana.

Nicolas Cage, por supuesto, en su salsa. La película, ni falta hace decirlo, es horrible. Un ejemplo casi académico de cómo no hay que llevar una comedia. De cómo desaprovechar una premisa tan loca y, por extensión, tan prometedora. El film trabaja con elementos potencialmente desternillantes, pero los explota de forma tan repetitiva y tan poco inspirada, que los convierte en una especie de gota malaya; en una sesión de tortura en la que nada tiene gracia... aparte, claro está, de esa capacidad inagotable de Mr. Cage por abrazar el ridículo sin ningún pudor. Pretexto más que suficiente para que la burla propuesta por Larry Charles experimente el efecto boomerang en sus carnes.

Algo similar le sucede a Kevin Smith y su “Yoga Hosers”, película que encontramos en Rakuten TV. Esta continuación poco al uso de su inesperado éxito “Tusk”, nos presenta a dos despreciables adolescentes que deberán hacer frente a una inminente invasión de... salchichas nazis. Tan –conscientemente– absurdo como suena; tan desesperante en su fe en gags que no funcionan, que el desastre se confirma en cada escena. De forma tan evidente, que el status de “título de culto” parece quedársele pequeño.