El pasado mes de junio, HBO anunció que entre sus proyectos figuraba una adaptación del cómic guionizado por Alan Moore y dibujado por Dave Gibbons “Watchmen”. Hace varios días, Channel 4 reveló su intención de rodar una serie basada en otro cómic guionizado por Moore y dibujado por David Lloyd, “V de Vendetta”.

Por otro lado, en la reciente Comic-Con de Nueva York, la editorial DC también reveló que su gran apuesta para este año será una precuela de “Watchmen” que llevará por título “Doomsday Clock”. Si a todo ello unimos la reciente publicación de la última novela de Moore titulada “Jerusalem”, la cual sobrepasa las 1.200 páginas, topamos con el protagonismo de un genio creador que siempre ha arremetido duramente contra los estamentos políticos y la industria del cine.

Genio creativo

«Recuerda, recuerda el 5 de noviembre, el complot de la pólvora y la traición. No existe el motivo para el olvido de la pólvora y la traición». Los célebres versos populares que fueron dedicados al insurgente británico Guy Fawkes, sirvieron como tarjeta de presentación para el enigmático protagonista enmascarado del cómic “V de Vendetta”, una historieta distópica realizada con maestría por el prestigioso guionista de cómic, escritor y mago Alan Moore y el dibujante David Lloyd.

Esta comunión dio como resultado uno de los cómics modernos más aclamados de todos los tiempos y sirvió, sobre todo, para que Moore lograra plasmar buena parte de sus inquietudes anarquistas utilizando los resortes de la literatura, el vodevil y la insurgencia intelectual. Convulso y convulsionador, Moore ha sido considerado como uno de los mejores guionistas de toda la historia del cómic y uno de los más destacados, sin duda alguna, de los últimos 20 años.

En su bibliografía topamos con obras tan referenciales como “V de Vendetta”, “Desde el infierno” y la que ha sido señalada como su obra cumbre, “Watchmen”. En esta obra trituraba el universo de los superhéroes para, curiosamente, reinventarlo y dotarlo de nuevos bríos.

Todas ellas han sido trasladas al cine –incluyendo “La liga de los hombres extraordinarios”, “Constantine” y “2 Guns”– y en todas y cada una de las ocasiones en las que se ha estrenado una versión de sus obras, Moore ha cargado duramente contra la industria cinematográfica exigiendo que retiraran su nombre de los títulos de crédito o negándose a percibir dinero alguno por estas versiones.