PABLO CABEZA
BILBO
Elkarrizketa
PAPAS AJA Y CÁNTARO GARRAFA
BAJO Y VOZ Y GUITARRA DE UNIDAD ALAVESA

«Pensamos que el concepto de creador está muy sobrevalorado»

Unidad Alavesa es un quinteto de Ataun formado en enero del año pasado con una aparente propuesta forjada entre el folk y el rock, ambiente electro-acústico con aires de taberna, letras desoladoras y nueve canciones delicadas, crueles, hermosas y diferentes a todo lo que se propone en Euskal Herria.

Unidad Alavesa es una nueva experiencia de músicos curtidos en diferentes mástiles (“No nos pidas predisposición a ayudarte en cada golpe de mar (...), aunque naufragues en los mares del Norte). Prefieren los alias, las respuestas en ocasiones surrealistas, las letras que le cantan al desencanto, a las sombras de la vida, pero por mucho que sean gatos verdes su mirada es limpia y sus canciones brillos que sobrecogen.

“Unidad alavesa” es uno de nuestros discos del año, nueve canciones a ritmo medio, electroacústico tocado con mucha clase y quizá no tan lejos de unos Pogues dramáticos. “Veo ya cerca la silueta de mi tumba y va siendo hora de escupir en el pasado, cada minuto es un castigo atosigante porque ya nadie puede hacerme sonreír (…) Ya no puedo dar un paso más, en otra dirección que no vaya hacia la muerte y no voy a hacerlo, no voy a vender lo poco que me queda, un alcoholismo solitario y despiadado junto a un trabajo destinado a aniquilarme(… ) los 36 no son edades para andar perdido y roto cabalgando entre divorcios, ya no puedo dar un paso más…”.

Unidad Alavesa son “Cántaro Garrafa”(Haritz Artola), voz, guitarras; “Papas Aja” (Iker Artza), bajo: “Bartolo Pichi” (Gurutz Bikuña), guitarras; “San Pete” (Eneko Dorronsoro), triki y banjo, y “Abosin Origen” (Unai Munduate), batería. Salen cinco, no los cuatro de la foto, cuestión que se debe a que en junio regresó de Australia su batería oficial, Unai: les ayudó mientras tanto Pato Canario (Egoitz).

En el disco también cuentan con las teclas de Fredi Peláez, que ya que estaban grabando en su estudio (Pottoko, Beasain) no ha podido evitar golosear en las algunas canciones e incluir unas maravillosas notas de teclas. Por contra, se ha quedado sin alias, no ha llegado a ese rango. «Si le dices a Fredi Peláez que para él ha sido goloso tocar, probablemente te metería un cuchillo en la piel, pero de verdad. Lo cierto es que intuíamos que al grabar con él, íbamos a meter pianos en algunas canciones, pero es que ha metido de todo: pianos, percusiones y hasta coros. Esto sin Fredi sería otra cosa».

Solo canciones

“Unidad alavesa” es un disco de sublimes canciones a ritmo medio. Tono electroacústico arropando con habilidad instrumental y soberbias composiciones. El posible tono amargo, incluso de melancolía, son los cimientos sobre los que se ensancha una propuesta emocionante, repleta de sensaciones tan profundas como una centenaria raíz.

«Cántaro Garrafa tiene lo que se llama ‘el don’. Para él, imaginar melodías es tan fácil como dormir, y si no saca más es para no aburrir ni aburrirse. Pensamos, por tanto, que el concepto de ‘creador’ está muy sobrevalorado. Es parecido al mito del ‘emprendedor’ que tanto cacarea el PNV y su entorno papista y enchufado».

En una primera escucha la voz de Cántaro y Garrafa puede sonar lijosa, lanzada con ásperos impulsos. Dejémosle al oído unos minutos para que se acostumbre, todo cambiará, pues su tono aporta una desesperación vivencial que pide lo que canta y cómo lo entona. Tranquilo CG, te preferimos de lejos a Luciano Pavarotti. «Es vital conocer las limitaciones de cada cual y dejar enterrados los egos antes de cumplir los 30. Somos conscientes que San Pete toca la triki 100 veces mejor de lo que demuestra en Unidad Alavesa, pero sería contraproducente hacerlo aquí. Para eso ya están los campeonatos de trikitixa. La verdad es que los arreglos han quedado dulces y bonitos, pero este tipo de discos tiene el peligro de piscifactorización. Sobre Pavaroti y Cántaro Garrafa, te diré que a comer callos ganaría este último».

San Pete es agua en el desierto con cada una de sus intervenciones, y se valora que además de ser un considerado instrumentista sepa ajustarse a las necesidades de la canción. Su triki, por cierto, no suena a tradición, no va por ahí Unidad Alavesa. Su vaivén es el de una acordeón en una banda de folk-rock tabernera. Además, San Pete también toca el banjo. Un musicazo.

Y lo es también Papas Aja, con un trabajo bien asumido y consumado. Y lo es Bartolo Pichi, que toca la guitarra con un gusto y solvencia infranqueable.

En realidad, nada extraña, porque estos chicos de San Martin (Ataun), con algún añadido de Lazkao, poseen una larga experiencia.

Expediente

«La confirmación oficial de que trabajar es malo, es que el germen de Unidad Alavesa surgió, cuando dos de sus miembros no trabajaban. Cántaro Garrafa siempre tiene canciones en la recámara, lo que pasa es que su talento para las melodías es inversamente proporcional a su pericia instrumental. Era imprescindible pues la creación de la banda. Encima hemos estado en grupos toda la puta vida y no sabríamos hacerlo de otro modo»

Cántaro Garrafa ha pasado por Fist Fucking (1994-1999), Los Rockinson (1995-1998), después Brigada Criminal (2000-2009), Bizardunak (2008-2013), Fiachras (2008-2016).

Papas Aja estuvo en Los Rockinson, Brigada Criminal y actualmente toca en una banda paralela que se llama Stanislaw (los mismos que Ladislao, pero que ahora se llaman así).

Bartolo Pichi viajó hace muchos años con Ancha es Castilla. Actualmente toca con Benito Lertxundi, y ya son 20 años.

San Pete proviene de mil movidas relacionadas con la triki. Toca también en Los Zopilotes Txirriaos, Deackin Hicks y Errebal.

Abosin Origen es un ex-Kuntu.

¿Alguien sufre en Unidad Alavesa? ¿Está realmente “Cansado y derrotado”?, una composición de once. «No hay ninguna canción autobiográfica en el disco. Esa letra es de Cántaro Garrafa, el cual está felizmente casado y es padre de dos criaturas en el endogámico pueblo de Ataun. Es un poco lo que hacía Javier Krahe: plasmar en sus letras sus fantasías. Y es que a nosotros siempre nos han gustado los perdedores, pero los perdedores con mayúsculas. No consideramos perdedores a GG Allin o Darby Crash, ni siquiera a Anvil. Nuestros perdedores son más del tipo aldeano analfabeto borracho de vinacha intentado manosear a la camarera regordeta de su pueblo de 30 habitantes de Castilla y León después de cenar huevos con tocino. Se trata de ser un perdedor total».

Tras estas palabras nos alivia el ambiente “Kimjongilia bat zuretzat”, otro solomillo. «Esta canción está hecha con la única intención de defender el derecho de un país a desarrollar su armamento nuclear si los demás lo hacen. El resto es basura europea, israelí o americana. Esta canción defiende al lobo estepario. En el próximo disco sacaremos una para humillar a las ovejas. Musicalmente, tal vez sea la más redonda del disco, con ese protagonismo absoluto del piano. Si Alejandro Cao de Benos escuchase la canción traducida y nos ofreciese tocarla en Pyongyan iríamos. Aunque nos parezca un gordo hispanófilo le tenemos más cariño que a la mayoría de los políticos podridos que abundan por aquí».

Aturdidos por la belleza de los nueve temas, por el nivel de todos y en todo, solo cabe invitar a llamarles y verles en directo, que en cercanías será el 20 en el gaztetxe Txantxarraka de Donostia; el 3 de noviembre en el gaztetxe de Elorrio y el 4 en el frontón de Lazkao..