M.I.
GOLMAAL AGAIN

La digitalización del cine hecho en Bollywood

Aunque la industria cinematográfica de la India es gigantesca, lo cierto es que nunca ha dejado de autoabastecerse de su propio mercado interior. A Occidente nunca nos han llegado sus películas, con alguna puntual excepción, debido a su larga duración y a un lenguaje demasiado exótico. El éxito de la estética de Bollywood se debe únicamente a los números musicales sueltos subidos a las redes, pero nunca a largometrajes completos con todas sus coreografías. Y de repente se estrena en nuestras salas la cuarta entrega de una franquicia allí muy exitosa llamada “Golmaal”. Esa tardía exportación viene provocada por las ventas internacionales de su banda sonora, que para entendernos son canciones de discoteca comparables en las pistas orientales a lo que aquí es el Electro Latino. Se trata de fenómenos paralelos e igual de horteras.

Dejando a un lado las canciones de Amaal Mallik, S. Thaman y DJ Chetas, el espectáculo visual es un subidón de colores chillones que se corresponden con imágenes generadas por ordenador. Los efectos digitalizados en CGI inundan la pantalla, con falsos fondos y decorados relativos a un palacete supuestamente encantado, con fantasmas y fenómenos extraños en su interior. El humor es de comedia fantástica a lo “Cazafantasmas”.