Victor ESQUIROL
VERSIÓN ORIGINAL (Y DIGITAL)

All Horrors’ Eve

Una vez más, en Versión Original (y Digital) se impone, muy gustosamente, la dictadura del calendario. Sin tiempo a recuperarnos de la locura de Sitges, llegó la Semana de Cine Fantástico y Terror de Donostia. Se encadenan los akelarres dedicados a ese maravilloso vicio que es el cine de género. No en balde, ya estamos casi en una de las noches más mágicas del año.

Esto es Halloween, o “All Hallows’ Eve”, o la víspera de todos los Santos. Dicho de otra manera, la excusa perfecta para ese maratón de películas de terror que tanto nos pide el cuerpo. Atentos los trasnochadores, porque hoy toca tríptico para superar la medianoche... y quedarse en vela toda la semana.

La primera parada del recorrido la hacemos en Polonia. Filmin estrena por fin uno de los grandes descubrimientos de la temporada pasada. “The Lure”, de Agnieszka Smoczynska, empieza a enamorarnos desde su potente apertura. Entre el agua y la tierra firme; entre lo real y lo onírico, aparecen en escena unas criaturas bien instaladas en el imaginario colectivo. Mitad humanas, mitad peces, dos hermanas sirenas muestran sus encantos (artísticos), peligrosamente ligados estos a unas pulsiones animales (brutales, vaya) que inevitablemente llevan a la muerte. Smoczynska firma un bello y desde luego tentador ejercicio de estilo. Una atrevida mezcla de tonos y géneros que bailan sin parar en diabólica armonía. Como en el mejor y más golfo de los clubes nocturnos, ese deslumbrante y espeluznante paraíso (o infierno) donde los cantos de sirena mueren ahogados en su propia sangre.

Emergemos, nos secamos y seguimos el recorrido por éste nuestro particular tren de la bruja. En Netflix encontramos “Creep”, de Patrick Brice (y Mark Duplass), excelente muestra de cómo el “mumblecore” se puede convertir, en un abrir y cerrar de ojos, en “mumblegore”. En cristiano: la película se sirve de los mecanismos de estudio de personajes típicos del indie más modesto para ir indagando, de forma cada vez más evidente, en los tics del cine de terror moderno. Sin separarse jamás de la delgada línea que separa la carcajada del escalofrío, la historia se alimenta de las extrañas dinámicas entre un cineasta muerto de hambre y un psicópata en potencia. Entre ambos, el pacto de hacer una película condenada a romper (más bien a asesinar) la cuarta pared. Ahí está la gracia, en el juego de constantes guiños establecido con el espectador. En hacer de la complicidad del found footage, el calentamiento para ese sobresalto al borde del paro cardíaco.

Por último, y como no podía ser de otra manera, visitamos la nueva Meca del cine de género. En Rakuten TV hacemos el pertinente peregrinaje anual a “La cabaña en el bosque”, de Drew Goddard (y Joss Whedon). La que podría definirse como la caja de Pandora de todos los horrores, sigue revalorizándose como lo que es: una maravilla de apabullante inteligencia que se sirve de la risa más malrollera para confeccionar la que seguramente sea la reflexión más certera sobre la relación de adicción que el –gran– público establece con el cine de terror. Con nuestra droga favorita.