Pablo CABEZA
BILBO

«Led Zeppelin», análisis de su historia y el peso de su obra

El periodista Chris Welch pormenoriza la historia de Led Zeppelin, analiza su obra y a los componentes. Su relación directa con las bandas y solistas más populares del rock le han permitido escribir sobre numerosos grupos, como es el caso de Led Zeppelin.

Se han escrito numerosos libros sobre los británicos Led Zeppelin, una de las bandas más estimadas de la historia del rock, pero quizá el experimentado Chris Welch, gratamente recordado por sus artículos en el desaparecido semanario “Melody Maker” y por su larga lista de biografías, sea quien mejor haya concretado lo que fueron Led Zeppelin y por qué hoy en día sigue siendo una banda vigente a pesar de disolverse en 1980, de forma prematura o, cuando menos, inesperada.

Si tomamos como referente el número de páginas de “Led Zeppelin. Un tributo a los más grandes del rock” (Libros Cúpula), poco más de 150, quizá quepa pensar que es poca literatura para lo mucho que legaron, pero su formato, entre el Din A4 y el Din A3, más una letra apretada a dos columnas, permiten contar todo lo necesario sobre la intensa vida de Jimmy Page, Robert Plant, John Paul Jones y el fallecido John Bonham. Al margen de incluir una generosa tanda de imágenes novedosas que explican por sí mismas el impacto visual que generaba el cuarteto. También se incluyen entre sus páginas diferentes sobres con facsímiles de época referentes al grupo.

Jimmy Page forma Led Zeppelin a finales de 1968. Le respalda su trabajo como músico de estudio, pero sobre todo el hecho de haber sido guitarrista de The Yardbirds. Sin Page, Led Zeppelin no habría existido, pero con él y sin Robert Plant no hubiese sido lo mismo ni parecido. Plant llega a Zeppelin por un amigo de un amigo. Nadie podía imaginarse, ni siquiera tras la edición del primer álbum, que la pareja fuera a dar tanto de sí. Pero tanto, que los dos han pasado a los libros y los periódicos como biografías mayestáticas de la historia del rock.

Comenta Welch: «Puede que Led Zeppelin no se ganaran al público de la misma manera que lo hicieran los Beatles o los Rolling Stones y puede que no fueran tan llamativos como The Who o The Jimmy Hendrix Experience, pero tenían una fuerza y una potencia descomunales. Reventaban récords, eran la mayor atracción en conciertos, los que vendían más álbumes y el grupo del que más se hablaba en los años setenta».

Apasionado discurso; sin embargo, no son las cifras ni los logros lo que convertirían a Led Zeppelin en pieza imprescindible del árbol genealógico del rock, sino su estilo, su descaro, sus canciones y sus directos. ¿Hard rock? ¿Blues rock? ¿Proto heavy metal? Un poco de todo, incluso delicado folk y experimentación. Está claro que el rock les hizo grandes, pero sobre base blues fundamentalmente. Page como guitarrista y Plant como vocalista se convirtieron en un dueto descomunal, siempre acompañados por una base rítmica plena de poder. JP Jones se convertiría con el tiempo en un excelente productor. Bonham, por contra, fallecía asfixiado por su propio vómito tras la ingesta habitual de alcohol. Ahí concluyó Led Zeppelin.

El díscolo Robert Plant

Resulta imposible no recordar los elegantes y llamativos trajes de Jimmy Page, su guitarra de doble mástil, tocarla con arco, su habilidad y técnica... Como en la mente está el pelo ensortijado dorado de Robert Plant, sus pantalones ceñidos acampanados, su pecho al descubierto, su rango de voz, desde la balada tenue hasta el agudo de cristal. Más discreto fue siempre John Paul Jones, un músico muy sobrio. Bonham fue la fiera del grupo, el animal tras la batería, un apuesto chico detrás de un bigote estiloso. Page tiene ahora el pelo platino, Plant sigue son sus greñas y arrugas, pero su amplia carrera en solitario ha transcurrido muy lejos de la obra de Zeppelin. El cuarteto se ha reunido en puntuales ocasiones, a la batería el hijo de Bonham, y Page imagina y desea una reunión de la banda y gira, bien por la gloria de un pasado o por hacer caja. Plant, más activo y fértil que su compañero, siempre se ha negado. Una vez más, hace unas semanas. P.C.