La periodista Beatriz Sánchez, candidata presidencial del izquierdista Frente Amplio, festejó junto a miles de seguidores el resultado electoral obtenido en los comicios del domingo, y advirtió a sus oponentes que su coalición «llegó para quedarse». El expresidente Sebastián Piñera y el senador independiente Alejandro Guillier disputarán la segunda vuelta el próximo 17 de diciembre.

El Frente Amplio, al que las encuestas no daban más de un 8% de los votos, irrumpió en el panorama político chileno al situarse en tercer lugar con un 20,26% de los votos, por detrás de Guillier (22,68%) y Piñera (36,66%), al que todos los pronósticos daban ganador aunque con un mayor apoyo.

Sin embargo, sus votos podrían ser la llave y significar la derrota de Piñera en la segunda vuelta, si el Frente Amplio decide apoyar a Guillier. Ello implicará grandes conversaciones y fuertes negociaciones, ya que Sánchez siempre sostuvo que el programa de Alejandro Guillier era más de lo mismo de la resquebrajada coalición oficialista Nueva Mayoría.

«Dijeron que estábamos afuera, fue falso, estábamos adentro», enfatizó la candidata que irrumpió en la política con una férrea defensa del aborto libre, el matrimonio igualitario y la paridad de género.

«Esta no fue una competencia cualquiera, fue sumamente desigual. Desigual en plata, había un candidato (Piñera) que gastó diez veces más que nosotros. Fue desigual también, porque nosotros tenemos dos alcaldes, poquitos concejales y tres parlamentarios, y así todo lo hicimos», afirmó Sánchez, la candidata del feminismo y los movimientos sociales, que el domingo recalcó que su colectivo «ha comenzado a cambiar el mapa político de Chile».

En sus discursos, Sánchez señaló que el expresidente derechista Piñera «es un retroceso para este país y nosotros vamos por otro camino».

Sebastián Depolo, el presidente de su comando, para quien Sánchez solo tuvo palabras de agradecimiento, dijo a Efe que «Chile cuenta desde hoy con una nueva fuerza política. Hay una nueva alternativa a los que nos han gobernado 25 años en favor en los ricos».

«Estuvimos a muy pocos puntos de pasar a segunda vuelta con una campaña honesta y transparente con muy pocos recursos, pero hemos dejado establecida una alternativa de verdad: el Frente Amplio», concluyó Depolo.

Guiño a la ultraderecha

Piñera, de la coalición derechista Chile Vamos, y Alejandro Guillier, candidato del pacto oficialista Fuerza de Mayoría, se enfrentarán el próximo 17 de diciembre, y el mismo domingo por la noche el expresidente lanzó un guiño a la ultraderecha, en cuyos votos confía para derrotar a su oponente.

El exmandatario derechista felicitó al ultraderechista José Antonio Kast, a quien dijo que integraría en su campaña y quien, con un 7,9% de los sufragios, pudo ser una de las causas de que no se cumplieran las expectativas electorales de Chile Vamos, según los expertos.

Piñera recibió la misma noche del domingo el respaldo «incondicional» de Kast, y sin ninguna contrapartida a cambio, para la segunda vuelta.

Pero los analistas dudan de que todos los votos obtenidos por este último se trasladen totalmente hacia el millonario empresario ya que en su primer Gobierno (2010-2014), Piñera cerró una prisión «de cinco estrellas» reservada a militares violadores de los derechos humanos y denunció a los «cómplices pasivos de la dictadura» al cumplirse los 40 años del golpe de Estado. Por eso, entre otros motivos, Piñera es considerado «izquierdista» por las agrupaciones de oficiales retirados y los nostálgicos de la dictadura.

Por su parte, el senador Alejandro Guillier se mostró convencido de que derrotará al abanderado de la derecha. «Ganaremos en diciembre, Chile quiere otro camino y lo ha expresado en el voto», señaló. Confía en el apoyo de otros tres candidatos con resultados significativos –Beatriz Sánchez, la democristiana Carolina Goic (5,88%) y el progresista Marco Enríquez-Ominami (5,68%)– para superar a Piñera. Ayer, Guillier expresó su disposición a «incorporar ideas» para sumar apoyos.