Una individualidad de Sebas Coris hace que el turrón sea menos duro
Los de Diego Martínez se encontraron con un débil adversario, al que pudieron noquear en la segunda parte de no ser por Dorronsoro.

LORCA 0
OSASUNA 1
Osasuna frenó su hemorragia en el Artés Carrasco, firmando un partido práctico, que no terminó de finiquitar por el buen hacer de Dorronsoro, pero en el que tampoco sufrió en extremo. Muy romo e inofensivo, el Lorca de Jorge Pérez –el de Santutxu no pudo estrenarse con un triunfo– apenas inquietó a un cuadro rojillo que no comerá solo turrón del duro en estas próximas fiestas navideñas.
Los de Diego Martínez, además, consiguieron mantener su portería a cero, algo que no habían logrado en los últimos cuatro enfrentamientos, ofrecieron una imagen más consistente, llegaron a la meta contraria y dejaron la sensación de un equipo más solidario y unido entre líneas. Con el regreso a la victoria, el conjunto navarro se coloca octavo, a tres puntos del play-off y seis de los puestos de ascenso directo.
Y aunque el choque no fue precisamente un dechado de virtudes, sí que es verdad que los dirigidos por el preparador gallego se mostraron más prácticos en el manejo del esférico desde los minutos iniciales, ante un conjunto local muy atenazado por su situación clasificatoria y temeroso por el poten- cial de los rojillos.
No obstante, los primeros lances peligrosos que firmó la escuadra navarra llegaron a balón parado. Una falta lateral y un corner plasmaron las intenciones de los visitantes. Sendos cabezazos de Lucas Torró y Unai García –el protagonizado por el de Eskirotz estuvo bastante más cerca de encontrar portería– fueron el preámbulo del 0-1.
Llegó cuando se rozaba la primera media hora y supuso la segunda diana de Sebas Coris en el campeonato liguero, después de la que anotó en la jornada quinta frente al Almería. En esta ocasión, el de Tossa de Mar lo hizo prácticamente todo. Cogió el balón en tres cuartos, encaró, sorteó a cuantos rivales se le cruzaron a su paso y encauzó el cuero entre las piernas de un defensa y el portero. Osasuna hizo lo más difícil, ponerse por delante en un encuentro que apuntaba a irse enmarañando a medida que avanzaba.
El gol, además, noqueó a los anfitriones, que tardaron unos cuantos minutos en digerirlo. Ello trajo consigo que los rojillos viviesen momentos como para dejar cerrado el compromiso. David Rodríguez, hasta en tres ocasiones, pudo ampliar la ventaja navarra, pero en la mejor de ellas, en el minuto 33, se encontró con el cuerpo de un defensor que obstaculizó un disparo que llevaba toda la pinta de convertirse en el 0-2.
Partido encauzado, pero abierto
Al no finiquitar la contienda por la vía rápida, el Lorca acabó por despertar, entró en una fase en la que la pelota estuvo más tiempo en su poder, hilvanó como pudo y se acercó a los dominios de Sergio Herrera. Precisamente una mala salida del cancerbero mirandés fue la que provocó la mejor ocasión murciana en la primera mitad, cuando Manel Martínez se adelantó al portero, pero afortunadamente su remate de cabeza se marchó por la línea de fondo.
Osasuna siguió sin firmar la sentencia, pese a las claras ocasiones de que dispuso en el primer cuarto de hora de la reanudación y, sobre todo, motivado por las magníficas intervenciones que realizó Dorronsoro. El arquero cántabro sacó dos manoplas milagrosas a un remate con los tacos del omnipresente David Rodríguez y un testarazo marca de la casa de Xisco.
Como consecuencia, el envite siguió abierto, merced a la exigua ventaja en el luminoso, y los anfitriones tiraron de orgullo para intentar, al menos, el empate. Eso sí, con muy poco fútbol en sus botas como para acercarse con cierto criterio a las cercanías de un Sergio Herrera que tuvo escaso trabajo, aunque estuvo atento a las aproximaciones del rival.
Apenas un remate muy forzado con la testa de Manel Martínez –el que más inquietó por el lado lorquino– animó a una grada local, muy crítica con los suyos. Osasuna se fue pertrechando en sus propios cuarteles –los cambios de Diego Martínez acentuaron esa tendencia– hasta ir consumiendo los minutos y voltear su mala racha.
Competición riza el rizo para no dar la razón a Osasuna
El Comité de Competición decidió ayer por la tarde desestimar el recurso de Osasuna por el que solicitaba los tres puntos del partido contra el Nàstic, al negarse este último equipo a quedarse en Iruñea durante las 24 horas siguientes para disputar el encuentro, tal y como lo contempla una circular de la RFEF redactada y publicada la campaña pasada.
En su expediente hecho público ayer, Competición desvirtúa el carácter obligatorio de la disposición mencionada, al considerar que no nos encontramos «ante una inequívoca obligación, imposición o exigencia, sino ante una mera recomendación, advertencia o exhorto (“procurará permanecer”)». Por ello, únicamente castiga al club catalán con 602 euros de multa, al incumplir el artículo 126 del Código Disciplinario de la RFEF.
Además, niega que el hecho de que el Nàstic no quisiera jugar al día siguiente deba ser considerado una «incomparecencia», al no haberse «señalado día y hora para la celebración del encuentro», sin tener en cuenta que el Nàstic se negó incluso a tratar dicha cuestión.
Para rizar el rizo, Competición alega que no existían garantías de que al día siguiente variasen las condiciones climatológicas para la disputa del envite, cuando es de sobra conocido que las previsiones mejoraban. N.M.
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