Por si alguien había olvidado que la excepcionalidad sigue rigiendo en Catalunya, el día que el president anterior y favorito a la reelección «celebraba» en el exilio su 55 cumpleaños, un presidente español derrotado en las urnas catalanas echaba mano de su 155 constitucional para poner en marcha el reloj en su contra. Desde La Moncloa, Mariano Rajoy puso fecha a la constitución del Parlament (17 de enero) y con ello aboca a Carles Puigdemont a decidir si retorna o no.

El desafío no solo alcanza al cabeza de lista de Junts per Catalunya; también a Clara Ponsatí, Lluís Puig, Toni Comín y Meritxell Serret, elegidos en su lista o la de ERC y que siguen bajo orden de detención si pisan territorio estatal. Pero más compleja aún es la situación de Oriol Junqueras, Jordi Sànchez y Joaquim Forn, también diputados electos, dado que la llave de su acceso al Parlament no la tienen ellos siquiera, sino el Supremo que los mantiene presos. Su situación podría cambiar los días 4 (está citado Junqueras) y 11 (hora para Sànchez y Forn, además de para el otro preso político, Jordi Cuixart), por lo que lo previsible es que sus formaciones esperen antes de valorar si los relevan o no. Estos ocho votos son necesarios para asegurar una Mesa del Parlament con mayoría independentista, como decretaron las urnas.

JxC: «No lo pueden impedir»

A partir de ese 17 de enero, además, comienzan a correr los plazos para la investidura de president o, en su defecto, nueva convocatoria electoral. A modo de doble reto, Rajoy afirmó que «lo normal es que en un plazo de diez días se celebre sesión de investidura» y que «sería absurdo querer ser presidente viviendo en el extranjero y mucho más absurdo tratar de ejercer». En su estilo, lo coronó con un sarcástico «imagínese que yo estuviera en Lisboa», como si el motivo del exilio de Puigdemont no fuera suficientemente conocido por el mundo.

Desde Junts per Catalunya se emitió un comunicado que intenta trasladar calma pero no camufla la necesidad de ir tomando decisiones. Asegura que Puigdemont será investido y que el Estado «no lo puede impedir». «Lo que ha votado la gente no lo puede cambiar el Parlament», dice la fuerza independentista más votada.

Mientras, PP y PSC siguen presionando a Inés Arrimadas para que intente ser investida presidenta, pero el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ratificó la evidencia: «La gente sensata sabe contar, los números no dan».

Urkullu a Puigdemont: «No cabe gobernar por internet»

El lehendakari de la CAV, Iñigo Urkullu, no parece muy sensibilizado con la situación excepcional de su colega catalán, después de que el 26 de octubre no lograra convencerle de que renunciara a proclamar la República. Preguntado ayer en Radio Euskadi por la tesitura actual, Urkullu afirmó que «no se puede pensar» en dirigir un país «desde la acción telemática, desde internet». «Hacer política supone estar presente», añadió. Paradójicamente, al mismo tiempo demandó también «una acción política basada solo en vías políticas y no penales o judiciales».

Urkullu asume al menos los resultados electorales del pasado jueves. Dijo que han mostrado una «realidad incontestable» de mayoría independentista, pero planteó diálogo entre todos. R.S.