UCAM MURCIA 78

SASKI BASKONIA 67

Definitivamente, el año 2017 no fue para Saski Baskonia un año consagrado al romanticismo. El año del «casi» terminó el pasado domingo con un nuevo amargo trago en Murcia, una plaza en la que el cuadro gasteiztarra se siente muy incómodo, en el enésimo cruce de caminos con un añorado amigo como Ibon Navarro, que va camino de cobrar pieza cada vez que juega ante sus ex.

Ausente Rodrigue Beaubois por un proceso febril, verdes en su regreso tanto Garino –que tuvo unos pocos minutos ante CSKA de Moscú– como Ilimane Diop –que lució un aparatoso vendaje en su mano izquierda–, lo más preocupante del Baskonia fue que se vio ausente de timón. De un tiempo a esta parte se está viendo que el punto más vulnerable de este equipo está en el puesto de base. Por un lado, Marcelinho Huertas está empezando a notar los achaques de la edad y una dilatada carrera profesional, mientras que Jayson Granger padece un problema en el tobillo y ese mal lo está mermando en el apartado físico, que es donde más y mejor destaca. Y luego está Luca Vildoza, llamado a ser el futuro director del Baskonia; amén de su ausencia por culpa de una conjuntivitis infecciosa, se ve que Vildoza tiene aún mucho camino que recorrer hasta llegar a ser un jugador solvente de la Liga ACB, a pesar de su indiscutible talento.

El partido del día 31 no fue sino un demostrativo más allá del resultado final, porque el horizonte baskonista es más amplio, mirando a la primavera –la fase final de la Euroliga y los play offs de la ACB–, pasando por la importante parada y fonda de la cita copera de febrero. Siendo esto así, y a pesar de la indudable mejoría tras la llegada de Pedro Martínez al banquillo baskonista, hay señales de alarma en el aire, porque esas limitaciones pueden frenar a la hora de la verdad las aspiraciones reales del Baskonia.

Disparidad de rendimiento

Este Saski Baskonia es uno cuando coinciden Poirier y Shengelia, y otro cuando uno de los dos descansa; no digamos ya si ambos van al banquillo. Voigtmann no termina de arrancar y Kevin Jones enlaza ya su segundo partido con valoración negativa.

El domingo el Baskonia perdió medio partido en despertar. Cuando lo hizo, fue presa de sus errores en triples y tiros libres, y del acierto murciano del último cuarto, con la clase de Benite, Lukovic y Hannah. Y ya no hay tiempo para romanticismos. El miércoles viene el Real Madrid; el viernes, visita a la guarida de Fenerbahçe, y el domingo llega Valencia Basket a Zurbano.

La sonrisa de GBC pende de un Barcelona al alza

Delteco Gipuzkoa Basket estrena el año 2018 esta misma tarde, a partir de las 18.30, en Illunbe. Se trata del partido aplazado de la jornada 13, que enfrenta a los de Porfi Fisac ante un Barça que llega a Donostia después de enlazar dos victorias claras: la primera en la Euroliga, a domicilio ante el Khimki, y la segunda, en la ACB, la obtenida el domingo ante el Fuenlabrada por un incontestable 101-74.

Por su parte, Delteco GBC recuperó la sonrisa el sábado, después de un importante triunfo en la cancha de San Pablo Burgos, un 76-99 que no solo supone terminar el año 2017 –el del regreso a la ACB– en decimosegunda posición, sino que ofrece una inyección de confianza a todo el plantel donostiarra, ya que el triunfo en el coliseo burgalés fue ante todo coral, con toda la rotación de Porfi Fisac aportando.

La quinta victoria supone para el club guipuzcoano tener un colchón respecto a los puestos de descenso –aunque el Betis, penúltimo, sumó su cuarta victoria consecutiva–, amén de disponer de un average particular más que interesante sobre los dos últimos conjuntos de la clasificación –Burgos y Betis, precisamente–. Esa circunstancia libra de presión, por así decirlo, el difícil envite frente al Barça. Pero tampoco es momento de lanzar las campanas al vuelo. «Esta liga es muy larga. Puede haber semanas en las que creas que estás salvado, pero no es así», advertía el propio Fisac, sin dejarse ofuscar por la euforia del último triunfo. La sonrisa de Delteco Gipuzkoa Basket se mantiene a flor de labios; habrá que ver si el Barça de Sito Alonso la borra o si aflora todavía más. A. G.