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PROTESTAS EN LA REPÚBLICA ISLÁMICA

Jamenei acusa a los «enemigos» de Irán de estar detrás de las protestas

El líder supremo iraní, Ali Jamenei, rompió ayer su silencio para culpar a los «enemigos» de Irán de estar detrás de las manifestaciones que desde el jueves han causado al menos 20 muertos y más de mil detenidos, así como de querer perjudicar al país. Las autoridades amenazan con acusaciones castigadas con la pena de muerte.

En su primera reacción ante una ola de manifestaciones y violencia sin precedentes desde 2009, el guía supremo de Irán, Ali Jamenei, acusó a los «enemigos» de su país de unirse y orquestar estas protestas, que ayer cumplieron su sexto día, para dañar al régimen de los ayatollahs.

«En los últimos días, los enemigos de Irán se aliaron para crearle problemas al sistema islámico con varias herramientas de las que disponen, su dinero, sus armas y sus servicios de seguridad», señaló Jamenei. «El enemigo siempre está buscando una oportunidad y cualquier grieta para infiltrarse y golpear a la nación iraní», agregó.

Para algunos expertos, las palabras de Jamenei, que anunció un discurso a la nación en los próximos días, podrían ser una señal de medidas inminentes, que ante el carácter violento de las protestas, lo que limitará la solidaridad de la población, podría significar más represión.

Las autoridades amenazaron ayer a los manifestantes con acusarlos de delitos castigados con la pena de muerte, como «atentar contra la seguridad nacional» y la «enemistad con Dios (moharebeh)».

«Cada día que pase y haya personas detenidas, aumentará su delito y castigo. Nosotros ya no los consideramos manifestantes por sus derechos, sino que quieren perjudicar al régimen», dijo el presidente del Tribunal Revolucionario de Teherán, Musa Ghazanfarabadi.

Al menos 21 muertos

En total, son ya 21 las personas, entre ellas 16 manifestantes, que han muerto durante los disturbios desde el comienzo, el pasado jueves en Mashhad, de las protestas que comenzaron contra la carestía de la vida pero rápidamente derivaron en manifestaciones contra el poder.

En las protestas de la noche del lunes seis manifestantes fallecieron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad cuando intentaban asaltar una comisaría en Qahderiyan, en la provincia de Isfahan.

En Jomeini Shahr, en la misma región del centro del país, un niño de 11 años murió y su padre resultó herido por disparos de manifestantes cuando pasaban cerca de una protesta.

Además, un miembro de los Guardianes de la Revolución murió y otro resultó herido por disparos de un fusil de caza en Kahriz Sang. En Nayafabad, un policía murió también por disparos de un arma de caza.

Al menos mil personas han sido detenidas en todo el país por haber participado en las protestas y haber provocado disturbios. 450 de ellas, en Teherán.&discReturn;

La Casa Blanca evitó pedir un cambio de régimen y dijo que lo que quiere es respeto a los derechos humanos, al tiempo que advirtió de que mantiene abierta la opción de sancionar al Gobierno de Teherán a medida que aumentan las detenciones.

Las autoridades, que ayer hablaban de calma, acusan a los «alborotadores» armados de infiltrarse en las manifestaciones mientras que algunos dirigentes acusan de los disturbios a «contrarrevolucionarios» instalados en el extranjero. Es el caso del general Rasul Sanairad, responsable político de los Guardianes de la Revolución, que apuntó a los Muyahidin del Pueblo de Irán, una organización en el exilio y a grupos monárquicos del extranjero.

El presidente estadounidense, Donald Trump, que ha convertido a Irán en su particular enemigo, aseguró ayer en su último tuit que «el pueblo de Irán está finalmente actuando contra el brutal y corrupto régimen iraní». Y añadió que «el pueblo tiene poca comida, una gran inflación y ningún derecho humano. ¡EEUU está vigilando!».

«En lugar de perder el tiempo enviando tuits inútiles e insultantes contra los otros pueblos, (Trump) debería ocuparse de los problemas internos de su país, en particular el asesinato diario de decenas de personas y los millones de hambrientos y sin hogar» en EEUU, le contestó Bahram Ghassemi, portavoz del Ministerio de Exteriores iraní.

Condena de Jatami

El principal grupo reformista, presidido por el expresidente Mohamad Jatami, condenó ayer la violencia de las protestas y denunció el apoyo de los «enemigos» del pueblo iraní, «con EEUU a la cabeza», a las acciones violentas. «Los alborotadores aprovecharon las manifestaciones y las protestas pacíficas para (...) destruir bienes públicos e insultar los valores religiosos y nacionales sagrados», señaló.

Jatami dirigió el país entre 1997 y 2005, pero le prohibieron las apariciones públicas por su papel en las protestas de 2009.

En esta ocasión, la falta de liderazgo y de aliados en la clase política podría ser una ventaja para el movimiento de protesta, privando a las autoridades de un objetivo claro, aunque al mismo tiempo dificulta la evolución hacia un movimiento coherente con demandas claras.