Se anuncia como la primera película de animación pintada al óleo fotograma a fotograma, afirmación que requiere matices por ser en realidad el primer largometraje de más de hora y media en el que no se ha pintado sobre el celuolide, sino que se ha seguido una técnica cercana a la del “rotoscopio” de Ralph Bakshi. Los cuadros de Van Gogh eran inicialmente recreados con actores, y luego los artistas pintaban con la técnica del genio holandés reproducciones finalmente puestas en movimiento. Un laborioso método artesanal que ha necesitado de 125 pintores que se han basado en 125 cuadros conocidos para completar un trabajo de 65.ooo fotogramas.

La pintora y cineasta polaca Dorota Kobiela y su pareja, el británico Hugh Welchman, han desarrollado argumentalmente las especulaciones en torno a la muerte de Van Gogh en Auvers-sur-Oise, considerada oficialmente como suicidio, a partir de las cartas que escribió a su hermano Theo, utilizando la figura del hijo del cartero como investigador. Entre los muchos premios internacionales obtenidos está el de Mejor Película de Animación del Cine Europeo, junto con las nominaciones al Globo de Oro o al Bafta en su categoría.