Amaia U. LASAGABASTER
EIBAR

La reacción azulgrana no evitó un final predecible

El Atlético aprovechó un error para sentenciar el partido en un primer tiempo de superioridad rojiblanca. ElEibar fue mejor tras el descanso pero acabó viendo cómo llegaba a su fin su buena racha de resultados.

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Esto no es Hollywood. También hay historias bonitas y con final predecible pero no siempre es el del beso de los amantes. La que ha protagonizado el Eibar estos dos últimos meses acabó con victoria del malo de la película. Nada sorprendente, por otra parte, porque es un villano de categoría. Y porque, pese a ser bien conocidas, los azulgranas no han sido nunca capaces de contrarrestar sus armas.

Tampoco ayer. Entre otras cosas porque el Eibar de la primera parte no fue el de siempre y el Atlético sí, hizo exactamente lo mismo en que en el resto de sus enfrentamientos con los armeros. Proteger su portería acumulando jugadores en un centro del campo intransitable y trasladándolos en bloque al área sin ningún pudor en cada ataque del rival –que fueron pocos hasta el descanso–, y pelear cada balón a la espera de una buena contra, una galopada de Griezmann o un error del contrario. Este llegó a la media hora, los colchoneros lo aprovecharon y se acabó la historia. Hasta ahí llegó la buena racha, por mucho que el Eibar se resistiera a su destino en una emocionante segunda parte, en la que apretó hasta el descuento y que expiró con una última fechoría de su rival, una mano de Augusto en el área que Mateu Lahoz no vio.

Final infeliz pero una gran historia, en cualquier caso. Tanto que, tras un arranque liguero que puso la alfombra roja a los fantasmas, el Eibar cierra la primera vuelta con 27 puntos, los mismos que la temporada de su debut a estas alturas y uno menos que el curso pasado, que acabó siendo el mejor de su historia. Y, a la espera de lo que haga hoy el Alavés, un colchón de doce puntos –ningún equipo ha descendido nunca a Segunda tras haber acumulado una ventaja semejante– sobre los puestos de descenso. Más importante aún, tras las dudas de las primeras semanas el Eibar se ha reencontrado con su mejor versión, los futbolistas que llegaron en verano no sólo se han integrado en el concepto de juego de su entrenador sino que, en muchos casos, incluso han cogido galones, y, sobre todo, el equipo se sabe ahora capaz de superar cualquier adversidad.

Por eso mismo, ayer desilusionó un tanto el primer tiempo contra el Atlético. Con un solo cambio en el once –Ramis, inédito desde octubre y aparentemente muy falto de ritmo, sustituyó al sancionado Arbilla–, los azulgranas dieron la sensación de saltar al campo un tanto amedrentados. Y su rival se los comió, claro. Pese a un par de escapadas de Alejo y la media docena de córners que forzó su equipo a trancas y barrancas, aquello olía a derrota. Lo confirmó una pérdida de balón en el centro del campo, que Griezmann llevó hasta el área para servir el gol de Gameiro.

Cambios

Hubo que esperar a la reanudación para ilusionarse con la remontada. Y vaya si hubo argumentos. Aunque Alejo había sido el futbolista que más había inquietado a los rojiblancos en el primer tiempo, el Eibar agradeció la entrada de Orellana en el descanso. No fue responsabilidad exclusiva del chileno. Todo el equipo se vino arriba con la convicción que le había faltado hasta entonces.

El Atlético le vio las orejas al lobo y tenía motivos. Se resignó a aguantar el chaparrón, acumulando jugadores en las inmediaciones de su portería, a la espera de que sus delanteros cazaran algún contragolpe para sentenciar el partido y acabar con sus apuros. El buen trabajo del Eibar consiguió que sólo hubiera uno y, afortunadamente, Dmitrovic estuvo mejor que Griezmann. La pena es que Oblak, con bastante más trabajo, también se lució. Inui, Kike, Enrich, Paulo... Al menos media docena de remates firmaron los eibarreses, que incidían por las dos bandas y, con Orellana, también por el centro. Pero entre los que se marcharon fuera, los que paró el guardameta colchonero y el penalti que se tragó el árbitro, el segundo tiempo se consumió con muchos «uysss» pero sin la recompensa que mereció el Eibar.

Michel, destituído

El Málaga ha destituído a Michel después de que, con la derrota ante el Getafe, completase la peor primera vuelta en la historia del equipo andaluz. El Málaga, próximo rival del Eibar, llegará el viernes a Ipurua con nuevo inquilino en el banquillo.

«Estoy contento con la segunda parte»

El Atlético de Madrid se volvió a escapar, con lo que era difícil estar contento. No lo estaba José Luis Mendilibar con el resultado pero sí con la segunda parte, tras un primer tiempo en el que vio a sus jugadores demasiado temerosos.

«Creo que la lección de este partido es que tenemos que ser nosotros mismos desde el principio», resumió el técnico. «No podemos salir recelosos, con miedo de que son muy buenos. Tenemos que salir a por ellos, a lo nuestro, a ganar las jugadas en su campo...», reclamó, algo que sí sucedió tras el descanso. «Hemos jugado, hemos tenido ocasiones, hemos ganado las segundas jugadas..., aunque nos ha faltado el remate». En cualquier caso, tiene claro que «jugando así es difícil que se nos escapen muchos partidos. No estoy contento con el resultado pero sí con cómo hemos jugado en la segunda parte». A.U.L.

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