Koldo LANDALUZE
CRÍTICA «El instante más oscuro»

La coraza resquebrajada

La casualidad, por denominarlo de alguna manera, ha querido que en un breve espacio de tiempo la cartelera haya albergado dos biopics centrados en un episodio crucial para el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial en el que Winston Churchill adquiere protagonismo. En ambos biopics, centrados en el volcánico Primer Ministro británico, todo circula alrededor de la oronda y totémica presencia de un Churchill que es presentado en el filme de Jonathan Teplitzky (“Churchill”) como un personaje bastante alejado de su arquetípica imagen. En esta película, un Brian Cox sin apenas maquillaje realizaba una muy creíble caracterización –quizás lo más destacado– del protagonista. Ahora, la cartelera alberga un nuevo biopic centrado en un Churchill mucho más temperamental que el esbozado por Teplitzky y en el que Gary Oldman sí ha tenido que recurrir al maquillaje para otorgar sentido al protagonista. Si bien Oldman logra salir airoso de este difícil reto, que el maquillaje no sepulte al actor, poco o nada aporta esta producción que al igual que “Dunkirk” sirve como típico producto de consumo británico en el que se ensalza un tiempo pasado –de la boca de Churchill todavía asoman palabras como “imperio británico”– y añorado que choca frontalmente con los nuevos tiempos dictados por el Brexit. A pesar de lo denodados intentos del cineasta Joe Wright, “El instante más oscuro” permanece encadenado durante todo su metraje a la figura cuasidivina de un personaje cuyo blindaje comenzaba a resquebrajarse. Bajo un envoltorio visual muy potente y cuidado, el filme transita alrededor de los episodios bélicos e internos de un icono crepuscular que no duda en mostrar su desencanto ante la masacre mundial en la que se ha visto involucrado el pueblo británico. Resulta difícil hablar de cualquier otra cuestión no relativa a Churchill dentro de una superproducción diseñada para ser pasto de los cotizados Óscar.