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Proyectar una vida más cómoda a base de inteligencia artificial

Las tecnologías, y más concretamente la inteligencia artificial, ayudan a las personas en sus tareas cotidianas. Las empresas han presentado en la feria CES, en Las Vegas, sus propuestas más ambiciosas. Robots y aplicaciones pasan a ser parte de la familia.

Se imagina no tener que doblar la ropa al recogerla del tendedero? ¿O poder vigilar a su mascota desde el trabajo e, incluso, lanzarle golosinas de forma programada? Robots que pasan el aspirador y coches que no necesitan de conductor son solo algunas de las propuestas que se han podido conocer durante los cuatro intensos días que ha durado la feria tecnológica CES, en Las Vegas (EEUU), la más importante del mundo sobre electrónica para consumo personal. En total, han presentado sus proyectos más de 3.900 firmas de 150 países ante los cerca de 190.000 profesionales que se han pasado por esta cita anual.

En esta edición ha destacado la presencia de la inteligencia artificial aplicada, entre otros, al automovilismo, proponiendo coches conectados al entorno. Ford reveló que trabaja con la multinacional Qualcomm para que sus vehículos se comuniquen directamente con otros coches, con peatones y con infraestructuras. Los vehículos crearán «conversación» con datos a los que podrán acceder en tiempo real las autoridades locales para resolver problemas en las ciudades del futuro, entre ellos descongestionarlas. Según las estimaciones de la ONU, para el año 2050 el 66% de la población mundial vivirá en urbes, y las empresas son conscientes de ello: buscan maneras de mejorar la calidad de vida.

Desde Ford, Jim Jackett propuso un «rediseño» del sistema de transportes en las ciudades que tenga en cuenta la economía colaborativa y la «ansiedad» de la gente sobre el «impacto que tiene la tecnología en sus vidas». De hecho, otras firmas han presentado alternativas al coche tradicional, menos costosas y dañinas con el medio ambiente: una bicicleta eléctrica plegable conectada a la scooter, o las lanzaderas autónomas y eléctricas. Toyota ha ido más allá hacia las ciudades sin coches al diseñar un minibús autónomo, a la vez taxi y vehículo de reparto para el pequeño comercio.

Robots con sentimientos

Los robots domésticos han nacido con el mismo propósito de aportar confort en el día a día. Están siempre dispuestos a ayudar en cualquier tarea, incluso a realizarla en nuestro lugar. Aunque pueda antojarse lejano, aparte de extraño (¿delegar la escoba a un androide?), lo cierto es que el sector está avanzando a pasos agigantados. Hay muchas propuestas, y algunas muy sorprendentes, como el primer doblador automático de ropa del mundo. Se trata de un artefacto similar a un armario que, además de reconocer y doblar a la perfección la ropa que se coloca en su interior, la puede organizar para que cada miembro de la familia tenga su propio montón. Otra posibilidad es hacerse con un ayudante que puede cargar objetos, organizar la casa y hasta barrer cuando haga falta.

Si lo que el usuario quiere es compañía para ver la televisión, se ha mostrado también un robot programado para sentarse a su lado y disfrutar de su programa favorito juntos. Y no piensen que no escuchan o no nos comprenden: además de ser inteligentes, desean entablar una conversación o compartir emociones a partir de luces, sonidos y movimientos. La compañía Avatar Mind es una de las firmas que se ha lanzado en esta aventura y ha creado iPal. Con una estatura de 106 centímetros, se desplaza de manera autónoma y es capaz de mostrar tristeza, enfado o sorpresa, incluso de cantar las canciones favoritos de las niñas y niños de la casa. Se espera que la venta en Estados Unidos comience a mediados de año por un valor aproximado de 1.200 euros.

Y si hablamos de la vida doméstica, esta incluye, en muchos casos, el cuidado de mascotas como gatos y perros. La tecnología no se ha olvidado de ellos, más bien todo lo contrario. Este es un sector en el que las firmas han visto muchas posibilidades de hacer negocio.

La startup americana Petrics afirma haber creado la primera cesta inteligente para el animal de compañía, dotado de la tecnología más puntera, que permite, entre otros aspectos, regular la temperatura a gusto del animal o saber si el perrito ha hecho suficiente ejercicio. Los fabricantes buscan, además, acabar con uno de los mayores temores de los dueños: perder a su mascota. Para evitar empapelar el barrio con carteles sobre su desaparición, varias firmas ya han fabricado dispositivos para hacer un seguimiento de sus movimientos de modo que, en caso de necesitarlo, se pueda consultar la información a través del teléfono móvil.

Por solo 65 euros, Whistle es un pequeño geolocalizador que sigue la pista del animal a través de una señal GPS. Gracias a una aplicación, también se pueden marcar los límites geográficos que la mascota no debería pasar. Si esta sale del perímetro indicado, un mensaje alerta a la dueña, pudiendo localizarla sobre un mapa.

Si, por el contrario, la mascota es más casera y pasa largos ratos a solas en el hogar sin compañía, Petcube tratará de entretenerla. Con la ayuda de punteros láser, el aparato permite jugar a distancia con el perro o con el gato desde la oficina o la misma calle, incluso, de recompensarlo lanzándole automáticamente golosinas u otros caprichos. El responsable del proyecto, Yaroslav Azhnyuk, estima que en 2022 más de 40 millones de hogares estadounidenses dispondrán de algún objeto conectado con sus mascotas.

Por su parte, la casa francesa CWD se ha interesado por los caballos, al proponer una silla de montar «inteligente». Concebida especialmente para los saltos de obstáculos, su tecnología permite al jinete recabar datos detallados sobre cada salto y enviarlo al smartphone. El objetivo es ayudar a mejorar las sesiones de entrenamiento, según explicó a la agencia France-Presse la ingeniera de la empresa Camille Hébert.

Entenderse es posible

Entre las miles de propuestas, algunas más fascinantes que otras, en la jornada de cierre hubo un protagonista, el traductor AIcorret Traslator, cuyo objetivo es resolver los problemas de la comunicación multilingüe. Ofrece una traducción recíproca y a tiempo real en diversas situaciones entre chino e inglés y otros 30 idiomas, como japonés, tailandés, ruso, español y coreano; ademas, las lenguas más habladas, como el inglés, están divididas en acentos. Afirman sus creadores que la calidad de la traducción alcanza niveles de hasta el 96%.

El aparato cuenta con una pantalla táctil en la que se muestran al mismo tiempo la transcripción y la traducción, pero lo más sorprendente es que, con hasta cuatro dispositivos conectados, AIcorrect Translator procesa conversaciones en cuatro idiomas diferentes. A falta aún de su comercialización, en el mismo salón de Las Vegas se palpó su evidente éxito: un comprador británico reservó 2.000 unidades.