Raimundo Fitero
DE REOJO

A punto

Amanecí otra vez viendo imágenes del Parlament de Catalunya y sentí la misma sensación de irrealidad. Inés Arrimadas es una suerte de Celia Villalobos en fase Nocilla. La dicharachera malagueña asegura en una comisión que hay jubilados que pasan más años cobrando la pensión que trabajando. Y lo dice Ella, la reina de los juegos con la tableta. Nada menos. A la señora Arrimadas le han convencido de que las matemáticas parlamentarias son una excusa. Y que el catalán es un idioma que se habla en Andorra, no en una institución catalana como es el Parlament.

Está todo a punto de volver a la casilla de inicio. Yo veo a La Sexta tan preocupada de lo que pasa en Catalunya y tiemblo. Para rematar mi sospecha son Ferreras y Sardá quienes están en la balaustrada de la escalera del Parlament y quienes entrevistan a los políticos electos que pueden acudir a la sesión. No veo una tesis clara en este canal, simplemente que están dudando a quién acercar su sardina. Desde luego Miquel Iceta está triste, no sonríe. Lo de bailar ni se lo plantea. Al perdedor  Xavier Albiol le han crecido gafas. Hay más nerviosismo en estos momentos que cuando el 155. Lo de Carles Puigdemont, empieza a ser una carga demasiado pesada para los sistemas linfáticos de políticos de aluvión, periodistas de afición religiosa y tertulianos de inducción. A veces creo que se trata de humor ampurdanés, tan moldeado por la tramontana.

Y a la vez, en la AN, parece como si desmoronaran algunos de los protagonistas de la corrupción de la banda de M. Rajoy. Quieren pactar, es decir hablar, delatar, rebajar sus condenas. Esto no lo salva ni TVE. Parece que está a punto de producirse un derrumbe. Quizás solamente de unos andamiajes de las fachadas, de la parte más circunstancial. Pero por algo se empieza. ¿Dónde está Soraya?