Ane URKIRI ANSOLA
ALAVÉS

Derrota digna, y con todo por resolver a Gasteiz

Sobrino abrió la lata con un disparo que se coló por la escuadra, pero Guedes y Rodrigo remontaron el marcador en diez minutos. La vuelta se disputará el próximo miércoles, 24 de enero, a las 19.00.

VALENCIA 2

ALAVÉS 1

 

Marcelino García Toral no se levantó del banquillo hasta el minuto 35, y fue uno de los signos más preocupantes del Valencia. En el otro lado, unos metros a su izquierda, sin embargo, Abelardo hizo sus kilómetros ordenando a sus pupilos. Y es que el fútbol, por más que se diga, no deja de ser un estado de ánimo, y en el día de ayer Marcelino estaba apático y esa sensación, se quiera o no, la recogieron los jugadores a los cuales les costó reaccionar ante un rocoso Alavés.

Es más, hasta que Sobrino inventase un derechazo que se coló por la escuadra de la portería defendida por Jaume, los locales no cambiaron de marcha. Cierto es que en la segunda mitad los albiazules disfrutaron menos de la posesión del balón y se llevaron las manos a la cabeza en más de una ocasión, pero la suerte les acompañó –en labores defensivas, por lo menos– hasta el fatídico minuto 73.

Porque en ataque, durante los primeros 45 minutos, había generado más peligro que el conjunto che, aunque casi todas las ocasiones se amontonasen en los primeros cinco minutos. Sobrino, cogiendo desprevenido a defensas y portero, se adelantó en un balón dividido pero terminó escorándose demasiado en el control, lo que no le permitió encarar la puerta con total claridad. El que sí encaró con potencia fue Hernán Pérez en su primera titularidad con el Alavés, pero su volea de primeras, recogiendo el pase al hueco de Sobrino –que cuajó uno de sus partidos más completos con la elástica albiazul– se estrelló en el poste, favoreciendo el rechace a la zaga local.

A partir de esa jugada, hasta la siguiente oportunidad de la escuadra dirigida por Abelardo, precisamente con el mismo protagonista pero 25 minutos más tarde, apenas ocurrió algo trascendental. Tan solo un disparo cruzado de Guedes, desde fuera del área, que se marchó rozando el palo derecho de Sivera.

Charla entre los fichajes

Antes de que González González indicase el inicio del encuentro, Guidetti y Hernán Pérez parecían hablar de alguna táctica, y tal vez fuese algo parecido a lo que crearon en un contragolpe, el método más utilizado por el Glorioso para meter algo de miedo al Valencia. Solo Jaume evitó que el disparo del paraguayo, tras una conducción de Guidetti que calculó bien los tiempo antes de asistir a un Hernán Pérez que le acompañaba por el carril derecho.

Suficiente para provocar a Marcelino, que no se volvió a sentar en el banco durante todo el duelo, y con su actitud imponente logró espabilar a sus jugadores que mediante la entrada al juego de Rodrigo Moreno vio algo de luz a la hora de hilvanar jugadas en ataque posicional, tarea imposible hasta entonces al toparse una y otra vez con un sistema defensivo impecable, en el que defendía hasta el jugador más adelantado –y sino, que se lo digan a Sobrino–.

Vietto falló lo infallable –o Alexis despejó algo que parecía imposible– y la volea de Rodrigo, solo en el segundo palo, no encontró puerta. Para entonces Abelardo ya había movido su primera ficha, con Munir sustituyendo a un Guidetti desfondado, dejando clara su intención: robar y a la contra. Y en esas, Sobrino y Munir conectaron al borde del área y el de Ciudad Real envió un derechazo a la escuadra, imposibilitando cualquier estirada del arquero.

Encontró su recompensa el ‘7’ alavesista. Sin embargo, en una situación dispar se encontrará –incluso hoy– Sivera, porque su equipo aguantó hasta el gol del empate que vino precedido por un error del portero que proviene de la cantera che. No pudo atajar el centro-chut de Guedes que a priori no presentaba dificultad alguna.

Diez minutos después, y la expulsión de Diéguez entre medias al ver dos tarjetas amarillas en menos de diez minutos, el Valencia consiguió reflejar su superioridad de jugar con un hombre más con los jugadores más frescos: Rodrigo no dejó escapar el pase perfecto de Mina que entendió de maravilla el desmarque del artillero.

A pesar de verse remontados, lo mejor del 2-1 es que se mantiene abierta una eliminatoria que se decidirá en Mendizorrotza el próximo miércoles.

 

«Nadie se ha bajado del barco»

El objetivo del Alavés era complicar la vida al Valencia y bien que lo consiguió, aunque al final el marcador no refleje tanto esa incomodidad que sintieron Marcelino y compañía. Y por ello, Abelardo Fernández afirmó que estaba satisfecho con sus jugadores. «Hemos perdido pero el partido ha sido muy bueno», incidió, «y la primera parte ha sido sobresaliente». Con el 2-1 en la ida se atrevió a pronosticar que la eliminatoria está en un 60% a favor del Valencia y en un 40% a favor del Alavés.

Reconoció que el gol que supuso el empate a uno les afectó anímicamente, aunque negó categóricamente que existiese un error de Sivera en esa jugada: «No era un disparo tan fácil». «Ese gol nos ha hecho daño, y luego la expulsión de Diéguez, nos ha desordenado las líneas al intentar jugar con Pedraza de lateral, con Sobrino en una banda...», argumentó el entrenador asturiano que recalcó que sus jugadores se dejaron el alma en el campo.

«Nos hemos enfrentado a uno de los mejores equipos, a uno de los que más en forma están», recordó para darle valor al partido que cuajó el Alavés. Además, cabe recordar que Abelardo alineó a tres jugadores que vienen disputando la competición regular, es decir, introdujo hasta ocho cambios respecto a la última jornada liguera. «Nadie se ha bajado del barco, están todos muy implicados, y los que no participan en Liga están completando una buena actuación en Copa y es un orgullo de grupo», explicó en la sala de prensa de Mestalla.A.U.A.