Ane URKIRI ANSOLA
DONOSTIA

«Todo lo que nos aporta la naturaleza tiene siempre una perspectiva cultural»

La revista Science publica los resultados de una investigación asociada a IPBES y liderada por Pascual en la que se remarcan las contribuciones de la naturaleza para tratar de concienciar que se evalúen los aportes en el contexto de las diferentes culturas, y así incidir en las políticas de los mandatarios.

Un estudio asociado a la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) presenta una idea innovadora a la hora de evaluar y utilizar las contribuciones de la naturaleza. «Contribuciones y no necesariamente valores», matiza Unai Pascual García de Azilu, líder del estudio, junto a Sandra Díaz (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina) y otros 23 investigadores.

Y una de las conclusiones más importantes ha sido poner en valor las contribuciones de la naturaleza más allá de lo económico o lo material. «Además de las contribuciones materiales, otras tan o más importantes son las que regulan la vida del Planeta», explica Pascual. Unos aportes que muchas veces quedan en la sombra, «porque no se pueden medir con claridad, y pensamos que lo que más se mide es lo más importante, y no es así», confirma en relación con las aportaciones materiales.

La revista Science ha publicado los resultados de esta investigación, que tiene como base la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio de 2005, centrado en la evaluación del estado de la biodiversidad, que sirvió para generar un debate entre los científicos a la hora de mejorar estos procesos de estimaciones.

Partiendo de esa base, una de las principales implicaciones fue resaltar la necesidad de incluir las ciencias sociales y humanidades y las visiones indígenas. Con ello, van más allá del concepto «los servicios de la naturaleza» para incidir en las contribuciones, «porque la palabra servicio está muy ligada a la economía, y aunque yo sea economista, simplifica demasiado las relaciones entre la sociedad y la naturaleza, y porque todo lo que nos da la naturaleza no hay por qué medirlo económicamente».

«La vinculación entre la sociedad y la naturaleza es muy variada y es mucho más compleja, y todo lo que nos aporta la naturaleza tiene siempre un componente cultural», afirma, siempre ligado al entorno en el que vivimos. «Si tú eres inuit o si vives en Manhattan o en Bilbo, percibes la naturaleza de una forma distinta, y tenemos que entender mejor esa percepción de la gente sobre las contribuciones». Asimismo, detalla que existen dos formas de analizarlo; por una parte mediante la ciencia –que sería la forma más objetiva y/o universal– y por otra, la perspectiva contextual.

Gastronomía

«Los científicos tenemos que entender que las contribuciones de la naturaleza son tan materiales como inmateriales, y viene ligada con la cultura de cada lugar y se ve con claridad en los pueblos más antiguos», analiza. En los pueblos indígenas, por ejemplo y según afirma Pascual, «normalmente, entienden la sociedad como parte de la naturaleza y desarrollan la reciprocidad; nosotros, sin embargo, tendemos a verla como un objeto externo al ser humano».

El investigador de Gasteiz opina que Euskal Herria mantiene esa unión, principalmente, mediante la gastronomía y recuerda la anécdota de cuando invitó a unos investigadores a Donostia: «Se dieron cuenta de la estrecha relación de la cultura en la gastronomía, porque al comer unos chipirones hablamos de la pesca, el mar y la cultura».