Alemania, vigente campeón de Europa, necesitó de un parcial de 6-0 en los doce últimos minutos para poder derrotar por 22-19 a la República Checa y encaramarse a la cabeza del Grupo II. Y es que un gol de Tomas Cip, máximo goleador de su equipo, adelantaba a los checos 16-18 a punto de cumplirse el minuto 47 de partido. Pero a partir de ese momento se hizo de noche para los centroeuropeos y fueron los germanos los que, gracias a ese parcial, se adelantaron 22-18, dejando el partido visto para sentencia.

El meta Andreas Wolff fue el gran artífice de la remontada teutona, tras sustituir a Silvio Heinevetter en los minutos finales. En ataque, Steffen Fath fue el máximo goleador de los entrenados por Christian Prokop, con ocho tantos en trece lanzamientos, aunque el jugador del Fuchse no marcó ni uno en esa recta final, donde el ataque coral alemán –tantos de Weber, Gensheimer, Drux (2), Kohlbacher y Weinhold– demostró dónde está su punto fuerte.

En el combinado checo, Ondrej Zdrahala no estuvo tan acertado como en la jornada anterior, en la que marcó 14 goles, y firmó un pobre 4 de 12 en el lanzamiento.

Landin siempre aparece

Más controlado tuvo su partido Dinamarca, aunque también tuvo que sudar hasta el último minuto para batir 28-31 a Eslovenia y unirse a los alemanes en la cabeza de la tabla. Los daneses, campeones en 2014, dominaron el marcador durante todo el encuentro –14-16 al descanso–, pero los eslovenos apretaron mucho en la segunda mitad y se pusieron a un gol (25-26) a falta de diez minutos.

No obstante, la labor de Landin bajo palos y tres goles consecutivos de Lindberg, Hansen y Balling rompían el choque dejando a los eslovenos prácticamente sin opciones de pasar a semifinales. Lasse Svan (11/15) y Casper Mortensen (6/7) fueron los líderes goleadores de Dinamarca, mientras que Miha Zarabec (6/10), Blaz Janc (5/5) y Borut Mackovsek (4/6) llevaron el peso de la escuadra balcánica.