El actor británico Colin Firth, que participó en “Magia a la luz de la luna” en 2014 bajo la dirección de Woody Allen, ha asegurado en declaraciones a “The Guardian” que «no volverá a trabajar con él». El nombre de Firth se suma a la lista de intérpretes que, como en el caso de Timothee Chalamet, Greta Gerwig o Rebecca Hall, aseguraron que donarían el salario de sus películas a la fundación “Time’s Up”.

Las declaraciones de Colin Firth llegan después de que Dylan Farrow acusara a los actores que siguen trabajando con el autor de “Manhattan”, de perpetuar la «cultura del silencio» en Hollywood. Farrow fue entrevistada recientemente en televisión por la periodista de CBS Gayle King, donde hizo público cómo, el que fuera su padre adoptivo, abusó de ella en 1992 cuando tenía únicamente siete años de edad.

Vista la gran polémica que han levantado sus nuevas declaraciones, el propio director estadounidense ha afirmado en su réplica que cuando acontecieron los episodios relatados por su hija adoptiva fue investigado por la Clínica de Abuso Sexual Infantil del Hospital Yale-New Haven y el Hospital de Bienestar Infantil de Nueva York. En ambos centros habrían llegado, según Allen, a la conclusión de que lo más probable es que Mia Farrow, madre de Dylan, habría manipulado a la niña como venganza por la dolorosa ruptura que atravesó con el director de cine.