gara, donostia
EDITORIALA

La seguridad se fomenta desde la justicia

Un delito grave y cometido contra personas especialmente vulnerables, como el ocurrido el jueves en Otxarkoaga con la muerte a cuchilladas de una pareja de ancianos, conmociona a cualquier comunidad en la que ocurre. Normalmente la primera reacción es exigir mayor protección, que generalmente se equipara a más vigilancia: más policía, más cámaras… Una respuesta hasta cierto punto lógica por el impacto del terrible suceso, pero que poco ayuda a enfocar la cuestión de la seguridad, y por tanto a resolverla.

En el crimen de Otxarkoaga están involucrados menores, apenas adolescentes, como en otros sucesos similares de los últimos tiempos, lo que ha llevado a hablar del fracaso de la sociedad. Posiblemente sea una reflexión acertada, pero este reparto genérico de responsabilidades no apunta en ninguna dirección o lo hace en todas a la vez, con lo que tampoco sirve como solución. Hay que tratar de superar respuestas obvias y meramente punitivas, y mirar hacia aspectos concretos y preventivos. Por ejemplo, en relación con los jóvenes, es una evidencia la segregación en la escuela pero no hay políticas claras de corrección. Se ha documentado asimismo el impacto que tienen los recortes en esa segregación, pero no por ello estos se han revertido. Se conocen también el impacto de la precariedad y la falta de ingresos suficientes sobre la infancia, lo que no fue obstáculo para eliminar la AGI en Gipuzkoa. Y tampoco son novedad las denuncias de falta de inversiones en determinados barrios obreros de la periferia, con unas infraestructuras culturales y comunitarias mínimas. Todas son injusticias que crean un denso caldo de cultivo para los delitos, más allá del carácter de las personas.

Al final, detrás del escaparate que se publicita tenemos una Euskal Herria cada vez más desigual y desatendida. Incluso el nada izquierdista Foro de Davos situaba al Estado a la cola del crecimiento inclusivo. No todos los crímenes se pueden evitar, pero la seguridad es, en gran parte, una cuestión que empieza con la justicia.