Después de perder los 10.600 puntos el miércoles, el Ibex pudo acercarse de nuevo a ese nivel gracias al impulso del sector bancario. Hoy saldrá con 10.595,30 puntos, tras sumar un 0,31%. Las grandes bolsas europeas, por el contrario, finalizaban en rojo. Fráncfort se dejaba un 0,87%, París, un 0,25%, y Londres, un 0,36%. En Wall Street, los índices se movían al alza liderados por el Dow Jones después de alcanzar nuevos máximos históricos en su camino hacia los 26.500 puntos.

La reunión del BCE, tal como se esperaba, tuvo un fuerte impacto en la cotización del euro, que respondía con la conquista de los 1,25 dólares, pese los mensajes tranquilizadores de Mario Draghi en torno al calendario de los cambios en la política monetaria. Su disposición a mantener la compra de deuda hasta setiembre, y más tiempo si fuera necesario para esperar el acercamiento de la inflación al 2%, no pasaba desapercibida, aunque el debate interno de la institución se centre ahora en el momento de cerrar el grifo del dinero por la aceleración del ritmo de la economía.

El papel catalizador de la banca en el Ibex fue determinante. Bankinter sumaba un 5,26%, aupado por las cuentas de 2017, mientras que Caixabank se anotó un 2,97%, y Sabadell, un 1,64%. Entre los pesos pesados, los dos grandes bancos, BBVA (+1,62%) y Santander (+1,57%), se unieron también a la fiesta. El resto, con Repsol (-0,63%) a la cabeza, cedía terreno. Los peores del Ibex fueron Siemens Gamesa (-3,50%) e IAG (-2,44%). Dentro del Cac, también brillaron las entidades financieras: BNP Paribas ganó un 1,22%, Crédit Agricole, un 1,01%, y Société Générale, un 1,01%. La mayor caída era para Airbus (-2,76%) en el día que su competidor Boeing presentaba resultados.