«El aumento en ocupados y el descenso en parados son casi el doble de lo ocurrido en 2016», datos por los que la directora del informe, la profesora Sara de la Rica, se congratuló ayer de la evolución del mercado laboral durante el pasado año en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

No obstante, el “Informe Laboral Euskadi” también alerta de que persisten «indicadores negativos»: el desempleo de larga duración es estructural por lo que sigue elevado pese a bajar del 64% al 61%, la tasa de temporalidad continúa creciendo y la parcialidad «baja levemente».

Entrando en cifras, el análisis comienza detallando que la EPA ha registrado un aumento de 3.700 personas adultas (mayores de 16 años) en la CAV en 2017, para llegar a 1.818.500. De este total, la mitad (50,4%) está ocupada, el 5,9% está desempleada y el 43,7% restante es la población considerada «inactiva» –es decir, que no trabajan ni buscan empleo, ya sea porque están estudiando, están jubiladas o porque no buscan empleo (parados desanimados, personas que se dedican al cuidado del hogar u otros)–.

Conviene recordar que la tasa de paro no se extrae sobre el conjunto de la población adulta, sino de la “activa” y que la CAV cerró 2017 con un 10,6%, siempre según los datos de la EPA.

Es en el capítulo de las personas ocupadas (915.900) donde se ha producido un notable aumento de la incidencia de las mujeres en el último año.

«Este dato es esperanzador para el colectivo de mujeres, que desde el inicio de la recuperación del empleo estaba perdiendo peso entre los ocupados, pues parece que las actividades más dinámicas en cuanto a empleo tienen un perfil más masculino», tal como se recoge en la nota de prensa difundida por la UPV-EHU.

Con 11.100 más que un año antes, las mujeres empleadas pasan de 422.100 a 433.200, mientras que los hombres suman solo 2.700 pasando de 480.000 a 482.700.

Ligero rejuvenecimiento

Otro de los elementos evolutivos destacados en el informe es que el grupo de menores de 25 años ha aumentado su presencia entre las personas ocupadas en un punto porcentual en el último año. «Es un avance pequeño pero muy importante si es que persiste en el tiempo para que nuestros jóvenes tengan una mayor presencia laboral. Es positivo para los jóvenes y para una Euskadi laboralmente muy envejecida», incide De la Rica.

En cuanto a los sectores productivos, el informe indica de forma tajante que «la agricultura prácticamente desaparece en Euskadi en cuanto al empleo» ya que no llega ni al 1% del total, mientras que el de servicios ocupa ya al 71% de las trabajadoras y trabajadores de la CAV.