EtsaiakEroak recupera a un vocalista que no ha pasado por escuelas de música, pero sí por cientos de escenarios, Auo. Músico criado entre ritmos acelerados, directos enfurecidos y gestos pasionales en paralelo a la música y los textos. En 2016, Auo crea EtsaiakEroak, obviamente en recuerdo de su “anterior” vida como un Etsaiak.

“Lur errebeldean” es su segundo disco, un minicedé creado bajo la tutela de Axular Arizmendi, quien se ha encargado de la grabación y de las mezclas en los estudios AME de Mutriku durante octubre de 2017; Iñaki Urrutia, en el bajo; Toki, que ha hecho segundas voces en “Nahi ta ezin”, “Aurrera eskuak”, “Lur errebeldean” y “Abuso del poder”; Mikel Lazkano, guitarra en “Nahi ta ezin”, “Aurrera eskuak”, “Lur errebeldean”, “Abuso del poder”. Juan S.A., voz en “Abuso del poder”; Eneko “Garilak 26”, alboka en “Aurrera eskuak” y Larraitz “Pie de Hierro” que aporta irrintzis y txalaparta en “Aurrera eskuak”. Todos bajo la pegada de Jon Estankona, batería; Dann Hoyos, uno de nuestros guitarra más preciados; Axular, percusiones, samplers y producción general; Josu “Holly Brandy”, guitarra y coros, y Auo a la dinámica voz. El cubano Ismel se ha encargado de la vistosa y explícita portada.

Jarkoreta, percusiva, rapera, metálica y pegadiza es “Nahi ta ezin”, canción poderosa que marca línea dentro de un disco fiel a sus bases, pero con los alicientes estilísticos necesarios como para que cada canción posea su identidad. Lo afianza “Aurrera eskuak”, donde el saludo tradicional se convierte en un renovado movimiento de piernas, txalaparta e irrintzi. Al tiempo que “Abuso de poder”, con Juan S.A. como voz invitada, camina impregnada de rabia de principio a fin. “No más abuso del poder. Con violencia nos quieren joder. Bajo amenazas no pararán a un pueblo que no deja de soñar”.

Dos cortes más adelante, tras dejar atrás la poderosa “Lur errebeldean”, con ritmo de tambores, riffs secos, thrash y dureza, llega a ritmo jarkore y punk, la batería apretando como una insaciable bestia “Bala perdida”, que se muestra como una autobiografía del propio Auo. “Bala perdida sin rumbo buscas la salida. Bala perdida riéndote de esta jodida vida. Esquivando todas las prohibiciones. Corres libre de obligaciones. Sin dejarte atrapar...”: «Cada vez que la escucho (a diario) me reafirmo: sí que es un autohomenaje. Empecé a escribir sobre esas balas, que todos hemos conocido, estrellados, a punto, o milagrosamente vivos... y cuando acabé de escribirla me di cuenta de que podía ser mi biografía, sino ¡qué te lo diga mi familia!». “Non stop musika” –dedicada a Cuba– concluye disco con Auo luciendo sus singulares inflexiones de voz, con la banda ahogando los huecos y la vida latiendo como un viaje sobre luz.

El estilo vocal de Auo es inmutable. Tiene sus claves tatuadas en sus cuerdas vocales desde crío. Dos segundos son suficientes para reconocer a este naufrago que, a pesar de todo, siempre ve costa: «Naufrago, lo clavé con el anterior disco [‘Naufragoak’, 2016] Superviviente de aquella generación perdida: R.I.P., Cicatriz, Eskorbuto... Lo llamaron Rock Radikal Vasco Me poseyó aquel espíritu de lucha y nunca me he podido desprender de él Desde adolescente me agarraron música y rebeldía, mitad y mitad, y a la de 30 años sigo igual o peor. De ahí que ahora esté montando una gira Pako Eskorbuto + EtsaiakEroak por el Estado y donde de momento ya tenemos varias fechas confirmadas: Madrid, Burgos, Barcelona... Además de alguna fecha en Euskal Herria, como Iruñea.

Oxígeno

EtsaiakEroak es una batalla rítmica, tiempo de adrenalina, de encabronarse con sus letras y el sistema. Hay que quemar frustraciones: «Tanto en Lekeitio, como en Goizueta, ensayo por los montes, playas, isla pantano, a grito limpio. Mi mejor terapia es salir a cantar dentro de mi entorno con los casos a tope. EtsaiakEroak y lo mejor del repertorio de Etsaiak es un buen comienzo. Me desahogo, pateando y, de paso, asusto a más de un excursionista o baserritarra que tiene la mala, o buena suerte, de cruzarse en mi camino. Jajaja».

«Mentiría, si no reconociera, que casi, solo oigo, mi música; pero, al menos, tiene de bueno, que te es mas fácil ‘plagiar’, es tu historia. Quizás me abro más cuando estamos componiendo, pero lo justo para respirar otros aires, sin salirme de lo propio... Y aunque hablen de nuevo jarkore, de metal más moderno, que me alegra, para mí todo viene de remover, mis propias raíces».

Sí, Auo pertenece a ese tipo de músicos fiel a su historia, su renovación es ser fiel al pasado, a sus amigos, que no es sencillo: «Me alegra mucho que viejos colegas como Juan o Toki (Etsaiak) se hayan involucrado en este trabajo. Aún quedan lazos que nos unen a los muslos. Somos hermanos, de una generación y nos apoyamos, luchamos por una causa unidos, Sé que les ha motivado mucho cantar sobre temas que sufrimos, cada día».

Respecto a producciones y estudios a cientos de kilómetros Auo prefiere la cercanía: «Solo he tenido que ir hasta Mutriku – encima al estudio del percusionista, A.M.E.– para encontrar ese sonido ‘goiri’ que la gente busca en otros planetas. Grabar con ayuda de músicos de Zarautz, Sopela u Ondarroa y sin tener que, contratar a arreglistas californianos o suecos es un placer. La esencia de este pedazo de sonido la encontramos en casa, con la familia y los buenos vecinos. Está más que demostrado que el talento euskaldun es comparable con lo de fuera».

En cuanto a los cambios sociales Auo entiende que no hay demasiada esperanza: «Piensas que la situación va mejorando, pero eso es que con lo que sueñas, ya que al despertar cada año es igual de retorcido que el anterior. Tienes que digerir que nada ha cambiado».

“Aurrera eskuak” es el corte más curioso del disco por la fusión de ritmos rockeros con txalaparta, irrintzis... «Nos emocionó cuando oímos la mezcla en el estudio. Un himno que llevamos todos dentro fusionado con guitarras metaleras más el feeling que dan los recursos étnicos de Euskal Herria (alboka, txalaparta, irrintzis...) y la letra que hace justicia con lo que transmite este himno. Habla de la dignidad de un pueblo que se quita la txapela ante el mundo entero, pasa a modo mitin cuando narra ‘manos unidas haciendo fuerza todas a la vez’. Es difícil que no se te ponga la piel de gallina. Es un subidón».