Beñat ZALDUA
ACTO DE GED EN SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO CATALÁN

PACIENCIA, CONFIANZA Y «UN CURSO ACELERADO» DE ANTIRREPRESIÓN

HOY SE CUMPLEN CUATRO MESES DESDE QUE JORDI SàNCHEZ Y JORDI CUIXART FUERON ENCARCELADOS EN SOTO DEL REAL, UNA FECHA QUE GURE ESKU DAGO APROVECHÓ AYER PARA CONVOCAR UN ACTO EN SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO CATALÁN. LA OCASIÓN SIRVIÓ TAMBIÉN PARA TOMAR LA TEMPERATURA AL COMPLEJO MOMENTO CATALÁN.

b¿Dónde está Catalunya en estos momentos? El objetivo del acto organizado ayer por Gure Esku Dago en el Colegio de Abogados de Bizkaia era mostrar «toda la solidaridad y la fraternidad» del pueblo vasco con el catalán, según palabras de la portavoz de GED, Zelai Nikolas, pero las propias preguntas del público revelaban que los asistentes también albergaban la pequeña esperanza de aclarar cuestiones sobre el enmarañado momento catalán.

Las preguntas siguen siendo más que las respuestas, pero los vicepresidentes de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y de Òmnium Cultural, Agustí Alcoberro y Marcel Mauri, respectivamente, que agradecieron profundamente la invitación de GED, ayudaron a poner un termómetro al independentismo catalán, en momento de impasse desde las elecciones del 21D.

Probablemente fue Mauri el que, al final de su intervención, con el acto a punto de concluir, más francamente se expresó al asegurar que «la sociedad catalana no estaba mentalmente preparada para esta represión». «Estamos recibiendo un curso acelerado», añadió; un aprendizaje en el que reconoció estar «aprendiendo mucho» de lo ocurrido en Euskal herria, y que les está haciendo ver que «todo será un poco más lento de lo que pensábamos». Alcoberro también calificó la situación de «gran tristeza, indignación y estrés social».

Pero la ración de autoflagelación acabó pronto. A partir de ahí, la receta catalana pasa por la paciencia y la confianza. «La represión no nos puede hacer olvidar nuestros objetivos políticos, porque eso significaría que ganan ellos», arrancó Mauri, que prefirió no presionar a los partidos con la confianza absoluta en que lograrán desencallar la investidura: «Tenemos unos partidos que han sufrido mucho, que lo han dado todo por el mandato popular y que tienen a gente en la cárcel y en el exilio. Les damos un poco de tiempo; al fin y al cabo, en Alemania han tardado cinco meses en tener Gobierno y en España tuvieron que convocar elecciones de nuevo».

Alcoberro pone las luces largas y suscribe: «Se ha producido un cambio irreversible. Dos millones y pico de catalanes ya no se sienten parte del Estado español y esa es la llave de la victoria». «No será fácil, no sé cuándo sucederá, pero cuando la mayoría ya ha hecho un salto así, la victoria es inevitable», añadió el sucesor de Sànchez.

El relato de ambos encaja y sigue los mismos raíles, pero existen algunos matices, ayer casi imperceptibles. No chocan en ningún momento, pero hay instantes –breves– en los que toman direcciones diferentes. «La República ya ha sido proclamada, nuestras fuerzas políticas ya no son independentistas, sino republicanas», dice Alcoberro. «Necesitamos recuperar las instituciones y sumar más gente», añade Mauri. Son declaraciones perfectamente complementarias, pero poner el acento en unas u otras implica matices. Y serán los matices los que desencallen el momento catalán.

A las «señorías» presentes

Junto a Alcoberro y Mauri compartieron mesa la portavoz de GED Zelai Nikolas y dos miembros de Erabakizaleak, Irantzu Perello e Iñigo Santxo, encargado este último de conducir el acto y presentar el colectivo de «juristas de diferentes sensibilidades acerca del derecho a decidir». Por su parte, Nikolas trasladó todo su apoyo al pueblo catalán y a los dirigentes represaliados –«Us volem a casa», enfatizó– y subrayó que estamos «ante una grave involución democrática» que va a afectar a Catalunya pero también a Euskal Herria: «Está en nuestras manos que no haya retrocesos, tenemos que aunar suficientes fuerzas para ello».

Finalmente fue Perello la que, en nombre de Erabakizaleak, dio un tono más jurídico a su intervención, hasta el punto de llamar «señorías» al público presente. Un lapsus que arrancó las risas de unos asistentes que agradecieron las diáfanas explicaciones de asuntos usualmente arduos. La jurista empezó denunciando lo que considera una mutación constitucional «sin la reforma legal pertinente». «Una reforma regresiva, inaceptable, en el campo de los derechos fundamentales que nos está demostrando que no hay separación de poderes», añadió.

Perello recordó, además, que en 2005 Rodríguez Zapatero sacó del Código Penal el delito de referéndum, por lo que reivindicó que, aunque pueda ser inconstitucional, «convocar un referéndum es totalmente legal». Concluyó su intervención rechazando las acusaciones de rebelión y sedición que penden sobre los dirigentes catalanes represaliados, señalando el disparate de acusarlos de la violencia ejercida el 1 de octubre por el propio Estado español. «Esto tiene un nombre, y es fraude de ley», remató.