Las fuerzas de la milicia kurda de las Unidades de Protección Popular (YPG) informaron el viernes de que al menos seis personas resultaron heridas en un supuesto ataque con gas llevado a cabo por las fuerzas turcas en la región siria de Afrin, en el marco de la ofensiva militar que Ankara lanzó el 20 de enero.

El ataque tuvo lugar en Aranda, en la zona de Sheij Hadid, en el noroeste de Afrin y a cinco kilómetros de la frontera con Turquía, y también fue objetivo de disparos de artillería por parte de facciones rebeldes sirias aliadas de Ankara. Seis personas sufrieron problemas respiratorios y otros síntomas relacionados con un ataque con gas.

El opositor OSDH denunció que los efectivos turcos y sus aliados sirios realizaron un ataque aéreo sobre Aranda y señalaron que fuentes médicas atendieron a varios civiles con las pupilas dilatadas y problemas respiratorios, lo que podría estar relacionado con un ataque con gas.

El ministro de Exteriores de Turquía, Mevlüt Çavusoglu, tildó ayer de «mentira» en su cuenta de Twitter las informaciones sobre un supuesto ataque químico turco.

El presidente, Recep Tayyip Erdogan, anunció, por su parte, que las fuerzas turcas y sus aliados en Siria controlan ya más de 300 kilómetros cuadrados de terreno en el enclave kurdo de Afrin. «Con cada día que pasa nos acercamos un poco más a la victoria», señaló.