Arnaitz GORRITI
AMARGA RESACA COPERA

Querer esta vez no es poder

Saski Baskonia, castigado en sus debilidades, deja la Copa con la sensación de haber fallado a su gente.

«No voy a señalar a nadie. Esto es un equipo y hemos perdido todos». Pedro Martínez no quiso poner a nadie a los pies de los caballos tras la derrota frente al Barça, pero lo cierto es que la derrota del viernes dolió muchísimo. Y casi más que la derrota, la forma de caer, ajusticiado ante un Barça al que dos semanas antes se le sacaron los colores en Zurbano y que en el cruce de cuartos dominó en el juego y el marcador hasta los instantes finales, unos instantes en los que supo aguantar la presión ejercida por los Shengelia, Voigtmann y Beaubois, y supo sacar tajada de los errores gasteiztarras.

«El Barcelona ha jugado un partido con un punto físico por encima del nuestro sobre todo en la lucha por el rebote, donde han sido algo mejores, y ahí ha estado una de las claves del encuentro, porque han tenido más posesiones gracias a los rebotes ofensivos», señalaba Pedro Martínez al final del partido.

Mal tiempo y buena cara

«Solo voy a comentar los aspectos positivos. El equipo ha demostrado que nunca nos rendimos y luchamos hasta el final», manifestaba en rueda de prensa un Tornike Shengelia, que ante todo quiso poner buena cara al mal tiempo.

El georgiano tiene razón. A pesar de la derrota, Saski Baskonia evidenció tener jugadores a los que no les quema el balón. El propio Shengelia se fue a los 30 puntos y 40 de valoración, el día de su debut en el torneo. También hace falta subrayar el gran partido de Janis Timma. Discutido por su frialdad y escasa presencia, el alero letón dio la cara de principio a fin, peleando y anotando como se corresponde en una de las apuestas más fuertes de este Saski Baskonia.

Y qué decir de Rodrigue Beaubois. El escolta galo fue el único que creyó en la remontada cuando los de Pedro Martínez caían de hasta 11 puntos y las defensas gasteiztarras flaqueaban. Voigtmann, pese a sus últimos errores –el pase a Heurtel con 90-88, el triple a lo loco con 93-90–, fue el director en la remontada baskonista.

Aunque esta buena cara viene del mal tiempo. Saski Baskonia se deshizo de Kevin Jones y busca un extracomunitario en el puesto de base. El dominio reboteador del Barça, así como los estragos que causó Oriola en el pick’n roll son síntomas evidentes de que Shengelia precisa un recambio que le pueda dar descanso. Quizá se echó de menos a Diop y a Garino para esas lides.

Pero es que el puesto de base quedó en evidencia. Evidencia de que Huertas parece no estar ya para estos trotes. Granger, bien fuera por las molestias físicas que arrastra, bien por sus dos faltas rápidas, rayó a un nivel muy bajo. Tan bajo, que escribiría en twitter «asumo mi responsabilidad y me siento culpable de esta derrota». Tan bajo, que el imberbe Luca Vildoza, pese a sus errores de inexperto, fue el mejor de los tres armadores del Baskonia. El puesto de base parece el ideal para ser atacado por los rivales. Y lo peor es que los rivales lo saben.

Todo el mundo daba a Saski Baskonia como finalista copero, y más teniendo que cruzarse con el Barça más abordable en años. Enfrentarse después a Herbalife Gran Canaria –así hubiera sido– o Montakit Fuenlabrada hacía brotar la ilusión en el seno baskonista, huérfano de finales de Copa desde el triunfo en Madrid 2009. Demasiado para un Saski Baskonia que, en la primera década del tercer milenio, se había convertido en el principal dominador del «torneo del KO», con triunfos en las ediciones de 2002, 2006 y 2009, y finales perdidas en 2003 –en la prórroga, frente al Barça de Pesic– y 2008 –en Gasteiz–.

La afición mantiene el tipo

«Sin duda en Europa tenemos la mejor afición. ¡Incluso en el mundo! Me duele mucho porque la ciudad y la gente merece el triunfo, pero aquí no acaba... Seguimos vivos ¡y a por lo que queda! ¡¡¡Estoy orgulloso de mis guerreros y nuestra afición!!!», escribió Shengelia, que vía twitter se explayó un poco más.

«No tengo palabras...duele mucho!! Muchas gracias por vuestro esfuerzo, sois los mejores!», escribiría Voigtmann. «No sé qué decir, pero baskonistas, sois increíbles», escribía en inglés Vincent Poirier. «Es duro caer tan pronto en la Copa, pero tenemos que reagruparnos y prepararnos por lo que viene. Gracias a la afición por animarnos como siempre lo hacen», añadía Janning...

Los más de 1.200 valientes siguen en Las Palmas, participando en la kalejira organizada por el club, y dando color y música a la grada del Gran Canaria Arena. El equipo le ha fallado, y parece difícil que en la Liga ACB y la Euroliga pueda compensarla. Pero la afición gasteiztarra, al menos en la Copa, nunca falla. Es lo que queda de un equipo que, por el momento, quiere y no puede.