Martxelo DÍAZ
IRUÑEA
CRISIS EN PODEMOS-AHAL DUGU DE NAFARROA

La expulsión de Pérez acrecienta la grieta entre los sectores de Podemos

La esperada expulsión de Laura Pérez como inscrita de Podemos-Ahal Dugu se hizo oficial ayer, dejando aún más en evidencia la fractura existente desde hace meses en esta formación. Los críticos afines a Pérez han mostrado su voluntad de seguir actuando en el grupo parlamentario al margen de la dirección del partido de Eduardo Santos.

La expulsión de Laura Pérez de Podemos-Ahal Dugu Nafarroa es un hecho. Ayer se conocía que la Comisión de Garantías, un órgano disciplinario que se reclama independiente, había concluido el expediente contra Pérez y la expulsaba de la formación.

La decisión se justificaba por «no aceptar el cambio de portavoz parlamentario, dejación de funciones y actuar por libre y al margen del partido», así como por haber participado en una votación en la que tendría interés particular. En la resolución se rechazan todas las alegaciones presentadas por Pérez, que desde el primer momento se ha quejado de indefensión en el procedimiento. Ayer, en su entorno seguían manteniendo esta posición.

Entre las acusaciones que se formulan contra Pérez está la de «dejación de funciones» porque se ausentó del Pleno del 21 de setiembre para denunciar la situación de excepcionalidad política de Catalunya. EH Bildu también abandonó la sesión por los mismos motivos. En sus alegaciones, Pérez recordó que Podemos pidió la suspensión del Pleno, que la dirección de la formación era conocedora de su decisión y que pese a no acudir al Pleno estuvo trabajando en la Cámara. No han sido aceptadas.

Otra de las acusaciones es haber participado en una comisión en la que se le atribuye interés personal. Se trataba de la de Educación, en la que se votó una moratoria para la exigencia del Certificado de Aptitud Pedagógica (CAP) al profesorado. En las alegaciones, Pérez explicó que no tenía interés personal en esa votación porque está cursando el CAP y esa moratoria no le afectaría. La ex secretaria general de Podemos-Ahal Dugu Nafarroa llegó a entregar a los medios el certificado de matriculación en una universidad.

Fractura total

La confirmación de la expulsión de Pérez de Podemos supone un paso más en la escalada de enfrentamientos entre los dos sectores, acrecentada desde las elecciones internas a la Secretaría General en mayo del año pasado. En esa consulta, Eduardo Santos, el actual secretario general, se impuso por apenas 28 votos de diferencia. Laura Pérez logró el 43,35% de los votos y llegó a cuestionar la limpieza de la victoria de su rival. Desde ese momento, la grieta cada vez se ha hecho más amplia. El sector de Pérez ha desaparecido prácticamente del Consejo Ciudadano y se le relegó del cargo de portavoz parlamentaria para nombrar a Mikel Buil, alineado con Santos.

La apertura del expediente disciplinario a Pérez constató que el grupo parlamentario estaba dividido casi por la mitad. Junto a ella se alinearon Carlos Couso, Rubén Velasco y Fanny Carrillo, formando una mayoría de cuatro parlamentarios críticos que han tomado el control del grupo. Frente a ellos se ubican los alineados con Santos, que son Mikel Buil, Tere Sáez y Ainhoa Aznarez, la presidenta del Parlamento.

En estos momentos, por tanto, existe un grupo parlamentario Podemos-Ahal Dugu Nafarroa que no responde a las órdenes de la dirección del partido del mismo nombre. Un verdadero galimatías.

Tras la apertura del expediente disciplinario, los alineados con Pérez hicieron valer su fuerza en el grupo parlamentario y destituyeron a Buil como portavoz para nombrar a Couso. Para lograrlo, los servicios jurídicos de la Cámara tuvieron que redactar un informe en el que quedaba en evidencia que el Reglamento del Parlamento tiene más fuerza que las normas internas de Podemos-Ahal Dugu. Por tanto, son los parlamentarios quienes tienen la potestad de elegir a su portavoz. Y la mayoría crítica cambió a Buil por Couso.

Los parlamentarios alineados con Santos se encuentran, por tanto, en una situación compleja. Su fidelidad se debe a los órganos del partido, especialmente,al Consejo Ciudadano, pero están en minoría en la correlación de fuerzas del grupo parlamentario.

La gestión de esta situación es complicadísima. Todos los parlamentarios tienen que compartir despacho, por ejemplo, pero en las últimas semanas intentan evitar coincidir en el mismo espacio físico. La sala de ponencias se convierte en la válvula de escape de la olla a presión. Por tanto, no se puede descartar que la fractura vaya a más. En ese caso, el escenario más probable es que los parlamentarios oficialistas abandonen o sean expulsados del grupo y pasen a ser no adscritos.

Sombras para el cambio

Esta situación generaría un problema añadido para el cambio político en Nafarroa, ya que perdería la mayoría que tiene actualmente en las comisiones, en las que se emplea el voto ponderado. El grupo de Podemos-Ahal Dugu pasaría de tener siete parlamentarios a tener cuatro. Los no adscritos no cuentan para la ponderación del voto.

Junto a ello, Ainhoa Aznarez podría su condición de presidenta del Parlamento navarro, el cargo institucional con mayor proyección mediática de los que cuenta Podemos-Ahal Dugu, ya que el Reglamento de la Cámara establece que tiene que ser un electo perteneciente a un grupo parlamentario y excluye a los no adscritos.

Otra consecuencia problemática sería la gestión del acuerdo programático, la base del cambio político en Nafarroa. Los cuatro partidos firmantes (Geroa Bai, EH Bildu, Podemos-Ahal Dugu e I-E) tienen un órgano de coordinación en el que tratan de alcanzar consensos para presentar conjuntamente iniciativas en la actividad parlamentaria. Generalmente se logran los acuerdos, pero en ocasiones no resulta posible. Un ejemplo es el desmarque de I-E de la lista única de Educación y los problemas que generó.

El funcionamiento de este órgano se complica. En principio, en las reuniones que se celebran semanalmente están representados los partidos. En estas últimas semanas la tensión ha aumentado notablemente. El problema es que ya no existe transmisión entre partido y grupo parlamentario. Algunos firmantes del acuerdo programático ya han planteado que esta situación no se puede prolongar en el tiempo y que es necesario que los críticos estén presentes en las reuniones porque luego serán quienes tengan que llevar a la práctica las decisiones que se tomen. En la práctica se ha pasado ya del cuatripartito al pentapartito.

También hay luces

La situación de Podemos-Ahal Dugu provoca incertidumbre en el cambio. No se puede ocultar. Pero no todo son sombras, también hay luces. Los dos sectores han repetido una y otra vez que siguen apostando por el acuerdo programático.

Ayer mismo, en medio de la vorágine de la expulsión de Pérez, las cuatro fuerzas lograron un consenso para presentar conjuntamente trece enmiendas parciales al proyecto de ley foral de residuos y su fiscalidad.

«A pesar de noticias de actualidad que puedan vivirse en algunas formaciones políticas, este cuatripartito es capaz de seguir trabajando y de llegar a acuerdos en el Parlamento», destacó Unai Hualde, portavoz de Geroa Bai.

La propia lehendakari, Uxue Barkos, señalaba en Euskadi Irratia que no estaba excesivamente preocupada por la estabilidad de su gobierno pese a esta crisis interna de Podemos.

 

López llama a los críticos a volver a la disciplina del partido

«Podemos tiene actualmente tres parlamentarios: Mikel Buil, Tere Sáez y Ainhoa Aznarez», destacó el secretario de Organización de este partido, Dani López, en una comparecencia para valorar la situación generada por la expulsión de Laura Pérez.

López compareció junto a otros miembros de la dirección de Podemos-Ahal Dugu, como Ricardo Feliu, Eva Calleja o Patricia Ruiz de Irizar. Faltaba el secretario general, Eduardo Santos, que tenía que acudir a una comisión en el Congreso español.

La dirección de Podemos considera que los tres parlamentarios críticos se han autoexcluido del partido debido a sus declaraciones en los medios, a quitar a Mikel Buil de portavoz y a convocar una asamblea de afiliados.

López les emplazó a volver al partido, para lo que les reclamó que devuelvan a Buil su cargo de portavoz.

Para Laura Pérez, en cambio, no hay puerta de regreso posible: está fuera de la estructura de Podemos como partido. «Si Laura Pérez dice que es de Podemos, está diciendo directamente una falsedad», subrayó Dani López.

Destacó que el Comité de Garantías ha señalado que Pérez ha incumplido el código ético, además de los estatutos del partido y el reglamento del grupo parlamentario. «En la época de la Gürtel, si algo distingue a Podemos es el código ético. El que no entienda esto no entiende qué es Podemos», indicó.

Horas antes, Carlos Couso, portavoz de los parlamentarios críticos, mostró su voluntad de que el grupo siga funcionando como hasta ahora, con Pérez entre sus integrantes. Señaló que siguen comunicándose con la dirección mediante cauces internos y avanzó que cualquier decisión que tomen será previamente consensuada con la militancia.

«No estamos nerviosos, estamos muy tranquilos y no vamos a dar pasos en falso porque nos preocupa la estabilidad del Gobierno del cambio», añadió.M.D.